Riohacha

Bienestar Familiar resaltó la importancia de garantizar la operatividad y sostenimiento de los centros transitorios del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes

Riohacha

En el marco del Tercer Consejo de Política Social (CONPOS) del departamento de La Guajira, Bienestar Familiar hizo un llamado a las autoridades locales y departamentales a trabajar de manera conjunta para asegurar la operación del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (SRPA) y el adecuado sostenimiento de los centros transitorios destinados a la atención de adolescentes que atraviesan procesos judiciales.

Blanca Redondo, enlace regional del SRPA, subrayó que es una responsabilidad fundamental de las administraciones garantizar la operatividad continua de estos centros, clave para el cumplimiento efectivo de los derechos de los adolescentes y jóvenes que ingresan al Sistema.

 

«Es esencial asegurar un compromiso con el servicio de atención integral, evitando que se generen situaciones que vulneren los derechos», expresó Redondo. Además, destacó la importancia de asignar el presupuesto adecuado para la atención de la infancia y la adolescencia al cierre del año fiscal.

 

Durante la sesión, se resaltó la necesidad de fortalecer las políticas públicas dirigidas a la juventud, en especial en las mesas de participación y los comités sectoriales. Estos espacios son fundamentales para garantizar la efectividad de los programas y servicios destinados a la protección integral de los derechos de la niñez y la adolescencia.

 

Un informe de la Gobernación de La Guajira y la Oficina de Vigilancia SIVIGILA reveló un aumento de casos de violencia de género e intrafamiliar, con un notable incremento en los grupos de adolescentes entre 10 y 14 años, y entre 15 y 19 años, particularmente en zonas rurales y de difícil acceso.

 

En este contexto, ratificamos nuestro compromiso con el fortalecimiento de acciones para la protección infantil y de género en el departamento.

 

Junto con las autoridades locales, presentamos propuestas y sugerencias orientadas a fomentar un trabajo conjunto que impulse políticas públicas sostenibles, que incidan de manera positiva y efectiva en la vida de niñas, niños y adolescentes de La Guajira.

Actividades de Bienestar

Bienestar Familiar capacita a más de 100 profesionales en La Guajira para fortalecer la atención y prevención de la desnutrición

Riohacha

En el marco del Servicio Integrado de Atención y Prevención de la Desnutrición, Bienestar Familiar brindó asistencia técnica a más de 100 profesionales de los equipos extramurales interdisciplinarios que trabajan en las comunidades y sectores vulnerables de La Guajira, así como a personal del sector salud del departamento, incluyendo IPS y EPS.

 

La capacitación, moderada por los médicos pediatras Spencer Rivadeneira y Abudi Dasuki, reforzó temas esenciales como la identificación temprana de signos físicos asociados a la desnutrición, el uso correcto de la antropometría con los indicadores Peso para la Talla (PPT) o Peso para la Longitud (PPL), y la activación inmediata de rutas y protocolos de atención prioritaria, conforme a la Resolución 2350 de 2020 del Ministerio de Salud. Se enfatizó en el seguimiento estricto a niñas y niños con riesgo y con desnutrición aguda moderada y severa, con periodicidad quincenal y semanal, respectivamente, hasta lograr su recuperación nutricional.

 

El doctor Dasuki resaltó la importancia de esta asistencia técnica para mejorar la atención de la desnutrición en La Guajira, señalando que «se están entregando indicaciones claras para abordar adecuadamente a cada niño o niña en riesgo o con desnutrición, identificar signos de alarma y saber hacia dónde canalizar el caso». Destacó además que «este trabajo articulado con el sector Salud es fundamental para salvar vidas y avanzar en la meta de cero muertes asociadas a la desnutrición en La Guajira».

 

Por su parte, la nutricionista Dariana Deluque enfatizó el valor del trabajo en equipo para fortalecer la respuesta comunitaria. Explicó que «el paso que tenemos ahora es capacitar al resto del equipo para que no solo sea el nutricionista quien identifique un caso. Todos podemos hacerlo de manera articulada». Añadió que, en las búsquedas activas en comunidad, «cada integrante puede reconocer signos físicos y clínicos, fortaleciendo así la atención oportuna sin depender de una sola persona», y resaltó que «la comunidad es clave, pues son los primeros actores en la identificación y el acompañamiento».

 

Deluque también subrayó la relevancia de promover hábitos saludables desde la primera infancia, especialmente en relación con la lactancia humana exclusiva y la alimentación complementaria adecuada, fomentando cambios sostenibles a través del acompañamiento continuo.

 

De acuerdo con cifras del Ministerio de Salud, La Guajira ha logrado reducir la mortalidad infantil por causas asociadas a la desnutrición, un logro que refleja el compromiso del Estado con las comunidades más vulnerables. Actualmente, Bienestar Familiar, además de atender a niñas y niños, trabaja integralmente con el núcleo familiar, contribuyendo a disminuir brechas históricas en el acceso a servicios de atención y prevención de la desnutrición.

 

Actividades de Bienestar

Niñas y niños wayuu ahora cuentan con centros para el cuidado de la nutrición y la vida, más cerca y con enfoque cultural

Riohacha
  • Dos nuevos Centros de Recuperación Nutricional (CRN) con enfoque cultural fueron inaugurados por el Bienestar Familiar en Kamana y El Paraíso, con participación activa de las comunidades wayuu.

  • Más de 3.500 niñas y niños han sido atendidos en La Guajira como parte de la estrategia nacional para alcanzar cero muertes por desnutrición infantil.

Con el objetivo de proteger la vida de la niñez indígena y enfrentar de manera efectiva la desnutrición infantil en el departamento, el Bienestar Familiar inauguró dos nuevos Centros de Recuperación Nutricional (CRN) en las comunidades de Kamana (municipio de Manaure) y El Paraíso (municipio de Riohacha), construidos en territorios ancestrales y en estrecha articulación con las autoridades tradicionales wayuu.

 

Estas infraestructuras comunitarias hacen parte del cumplimiento del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 del Gobierno del Cambio, y reflejan el compromiso del Bienestar Familiar con la garantía del derecho a la vida, la salud y el desarrollo integral de las niñas y niños indígenas. Ambos centros fueron diseñados con un enfoque cultural, respetando el sistema normativo, los saberes y las prácticas del pueblo wayuu, y aportan a la meta nacional de cero muertes asociadas a la desnutrición en La Guajira.

 

Cada CRN tiene capacidad para brindar atención intramural a 20 niñas y niños, junto con su cuidador o cuidadora principal, en un entorno digno y culturalmente adecuado. Los servicios incluyen seguimiento nutricional diario, complementación alimentaria, atención básica en salud, alojamiento digno y fortalecimiento familiar. Los beneficiarios son identificados a través de los equipos del Servicio Integrado de Atención y Prevención de la Desnutrición, o remitidos por las autoridades de salud del territorio.

 

Con el Servicio Integrado de Atención y Prevención de la Desnutrición, se brindan soluciones innovadoras que incluyen acciones de identificación temprana, atención médica intramural y extramural, complementación alimentaria, promoción de la salud y seguimiento nutricional, siempre con respeto a los contextos culturales y étnicos.

 

 

Kamana: construcción colectiva liderada por las comunidades

 

En la comunidad de Kamana, la construcción del centro fue liderada directamente por 12 comunidades indígenas que participaron activamente en todo el proceso, desde la gestión del terreno hasta la ejecución de la obra. La puesta en marcha del centro se logró en alianza entre la IPSI Walekeru y el Bienestar Familiar, en el marco del Servicio Integrado de Atención y Prevención de la Desnutrición, una estrategia nacional que transforma la forma de abordar esta problemática desde un enfoque integral, comunitario y con participación activa de las familias.

 

El Paraíso: símbolo de fuerza comunitaria

 

El segundo CRN inaugurado se encuentra en la comunidad de El Paraíso, en el municipio de Riohacha. Este centro representa un verdadero símbolo de fuerza comunitaria, ya que fueron las propias familias quienes reunieron los recursos económicos necesarios para su construcción, contando con el acompañamiento técnico y operativo del ICBF y el respaldo del Gobierno del Cambio, que destinó una inversión significativa para su infraestructura y dotación.

 

Amílkar Movil[OAMJ1] , autoridad tradicional de esta comunidad, expresó: «Sabemos que se está apostando por el bienestar de los niños, y para nosotros es muy satisfactorio ver este tipo de programas, ya que era algo que realmente necesitábamos».

 

Por su parte, la directora general del ICBF, Astrid Cáceres, destacó el impacto estructural de esta nueva forma de trabajar con las comunidades: «Entendimos que la grandeza del pueblo wayuu les permite manejar directamente los recursos, salvando así la vida de sus niñas y niños. El gran cambio fue, por mandato del presidente Gustavo Petro, hacer las cosas de manera distinta para obtener resultados distintos. Logramos que el modelo de atención comprendiera que no se trata solo del niño, sino también de su familia y su comunidad», afirmó.

 

Resultados que salvan vidas

 

Con estas acciones, el Instituto consolida su liderazgo en la lucha contra la desnutrición infantil en La Guajira, respaldado por resultados concretos:

 

  • Más de 3.500 niñas y niños wayuu han recibido atención nutricional durante el último año.

  • Se han habilitado más de 120 Unidades Comunitarias de Atención Nutricional, operando en zonas rurales y de difícil acceso.

  • Una red de más de 600 agentes comunitarios apoya la identificación temprana de casos de desnutrición y el trabajo directo con las familias.

  • 42 equipos interdisciplinarios operan en 14 unidades de servicio, con capacidad para atender a 4.200 niños y niñas en zonas urbanas y rurales de 15 municipios del departamento. En paralelo, los Centros de Recuperación Nutricional intramurales ubicados en Maicao, Manaure, Uribia y Riohacha ofrecen atención especializada a 80 niños de manera simultánea.

  • Se han entregado 18.478 raciones de alimentos de emergencia listas para preparar en el hogar, dirigidas a familias vulnerables de Uribia, Manaure, Maicao, Riohacha y Dibulla.

 

 

Estos logros reflejan el compromiso del Estado colombiano con una atención más humana, cercana y culturalmente pertinente, en una región que históricamente ha enfrentado el abandono estructural. Los nuevos Centros de Recuperación Nutricional (CRN) no solo salvan vidas, sino que fortalecen la soberanía alimentaria, la participación comunitaria y el derecho de las niñas y niños wayuu a crecer sanos, acompañados de su familia y dentro de su territorio. Con dignidad, cumplimos: avanzamos hacia una Colombia más justa para la niñez indígena.

 

 

#ConDignidadCumplimos

 

 

 

Actividades de Bienestar

Bienestar Familiar destaca su compromiso con los derechos de las personas cuidadoras y la niñez migrante en el Foro de Migración y Desarrollo

Riohacha

En el marco del XV Cumbre del Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo, Bienestar Familiar participó en el panel de expertos «Trabajo de cuidado en la migración: reconocimiento, incidencia y avances en la agenda migratoria global y regional», reafirmando su compromiso con la protección de los derechos de las personas cuidadoras, las mujeres migrantes y la niñez en contextos de movilidad humana.

Adriana Velásquez, subdirectora general de Bienestar Familiar, representó a la institución en el panel, en el que también participaron Alma Viviana Pérez, asesora regional de ONU Mujeres; Ingrid García, activista y fundadora de la Red Internacional de Diplomacia Feminista por la Paz; Luz Angélica Gutiérrez, concejala migrante en el Ayuntamiento de Bilbao; y un representante del Ministerio de Asuntos Exteriores de Filipinas.

 

Durante su intervención, la subdirectora Velásquez expuso una reflexión crítica sobre las dinámicas regionales de cuidado, afirmando que en América Latina y el Caribe, el trabajo doméstico y de cuidado recae de forma desproporcionada sobre las mujeres, muchas de ellas migrantes. En el caso colombiano señaló que el 17 % de la población dedicada a estos trabajos está conformada por personas migrantes, en su mayoría mujeres que encuentran en este sector, una de las pocas vías de inserción laboral, pero en condiciones de precariedad, desprotección y discriminación.

 

Velásquez advirtió que solo el 9.8 % de las trabajadoras del cuidado en la región acceden a una protección social integral, lo que pone en evidencia la urgencia de implementar políticas públicas con enfoque de género y de derechos que reconozcan la contribución de estas mujeres y garanticen condiciones dignas de trabajo. 

 

Subrayó además que las cadenas globales de cuidado perpetúan desigualdades, pues mientras las mujeres migrantes cuidan en los países de destino, muchas veces deben delegar el cuidado de sus propias familias en otras mujeres, generando brechas de cuidado en sus comunidades de origen.

 

La participación de Bienestar Familiar en este espacio también permitió visibilizar las acciones concretas que la entidad ha venido desarrollando para enfrentar estos desafíos. Velásquez destacó el trabajo interinstitucional y transfronterizo que el Instituto lidera para proteger a la niñez migrante, fortalecer la cooperación regional y generar respuestas centradas en el interés superior del niño. 

 

Iniciativas como la Mesa de Niñez Migrante, los programas «Tejiendo Caminos» y «Tejiendo Caminos sin Fronteras», y la articulación con entidades homólogas en países como Venezuela, Ecuador, Perú, Panamá y México, han permitido avanzar en la construcción de rutas seguras y sostenibles para las familias en movilidad.

 

Durante el panel, la subdirectora también señaló la importancia de pensar en un horizonte común hacia el año 2030, en el que se consoliden sistemas de cuidado públicos, comunitarios y transnacionales, capaces de garantizar derechos a mujeres, niños y niñas sin importar su lugar de origen. En sus palabras, «el gran sueño es que el cuidado trascienda fronteras, que sea un derecho reclamable por todas y todos, y que las políticas públicas reconozcan su valor, su poder transformador y su capacidad para generar bienestar colectivo».

 

 

(fin/scs/oam)

Actividades de Bienestar

«La migración es un reto que exige una respuesta coordinada»: Adriana Velásquez, subdirectora general de Bienestar Familiar

Riohacha

En el marco de la XV Cumbre del Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo, realizada en Riohacha, La Guajira, la subdirectora general de Bienestar Familiar, Adriana Velásquez Lasprilla, participó en la mesa redonda «Niños, niñas y jóvenes en movimiento: innovadores para el desarrollo del mañana». El espacio contó con la participación de delegaciones de Colombia, Perú, Ecuador, México y Venezuela, y fue copresidido por Brasil, Honduras y la Plataforma de Juventud y Niñez Migrante.

Durante su intervención, la subdirectora Velásquez subrayó que la magnitud del fenómeno migratorio en Colombia ha sido impactante, con cerca de tres millones de personas ingresando al país en los últimos años:

«La migración no es solo un asunto nacional. Es un reto regional que exige una respuesta coordinada, especialmente cuando se trata de niños, niñas, adolescentes y jóvenes», expresó.

 

La subdirectora general alertó sobre el preocupante aumento de adolescentes y jóvenes que migran sin compañía, e hizo un llamado urgente a construir redes de cuidado con enfoque en infancia y adolescencia, que garanticen el acceso a derechos y promuevan procesos efectivos de integración.

 

También destacó avances liderados desde Bienestar Familiar como la creación de la Mesa de Niñez y Adolescencia en el marco del Sistema Nacional de Bienestar Familiar, y el trabajo articulado en La Pista, Maicao, un asentamiento que alberga una elevada proporción de población migrante.

 

Velásquez insistió en la necesidad de superar la desconfianza hacia las instituciones, especialmente por parte de las familias migrantes: «La protección estatal debe ser un proceso amigable, no una amenaza. Migrar no puede significar renunciar a los derechos. Los niños, niñas y jóvenes migrantes también deben ejercer ciudadanía y vivir con dignidad, donde quiera que estén».

 

La mesa concluyó con un llamado a fortalecer pilares fundamentales como la educación, la salud mental, el acceso a oportunidades, la gobernanza compartida y la participación juvenil activa, como claves para enfrentar la movilidad humana con enfoque de derechos, humanidad y visión de futuro.

 

 

(fin/scs/oam)

Actividades de Bienestar

Bienestar Familiar presente en la XV Cumbre del Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo en La Guajira

Riohacha

En el marco de la XV Cumbre del Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo, Bienestar Familiar promueve la garantía de derechos de niñas, niños, adolescentes y sus familias, con su participación en la jornada interinstitucional impulsada por el Ministerio de Igualdad y Equidad en el asentamiento La Pista, en el municipio de Maicao.

Durante este encuentro comunitario se brindó atención integral a cerca de 300 familias migrantes, refugiadas, colombianas retornadas y comunidades de acogida, gracias a la intervención de Unidades Móviles y los Equipos de Respuesta Rápida para la Atención de Migrantes. Las familias recibieron alimentos de alto valor nutricional y orientación especializada, en una labor que fue posible gracias a la articulación con los liderazgos comunitarios del territorio. 

 

La directora de Familias y Comunidades de Bienestar Familiar, Haidy Duque, acompañó esta actividad, destacando el trabajo comprometido que se realiza junto a las comunidades para proteger y fortalecer los vínculos familiares en contextos de alta vulnerabilidad.

 

En este mismo espacio, desde Atrapasueños, la entidad ofreció una jornada lúdica y pedagógica dirigida a más de 30 niñas, niños y adolescentes, quienes participaron en actividades recreativas diseñadas para fortalecer sus capacidades, reconocer sus derechos y compartir momentos de alegría y protección. Ver sus sonrisas fue el reflejo de una intervención que va más allá de la atención inmediata: se trata de sembrar bienestar, esperanza y oportunidades de desarrollo.

 

De manera paralela, Bienestar Familiar participa en la Zona Green de Riohacha, un espacio dispuesto en el marco de la Cumbre Mundial del Foro sobre Migración y Desarrollo, del 2 al 4 de septiembre, para socializar ante visitantes nacionales e internacionales, las estrategias de atención integral que se implementan en La Guajira. 

 

De este modo, Bienestar Familiar presenta acciones territoriales enfocadas en la protección de derechos, la crianza amorosa, el desarrollo integral y la construcción de entornos seguros para niñas, niños y adolescentes.

 

 

 

(fin/scs/oam)

Actividades de Bienestar

Bienestar Familiar celebró la identidad cultural de la niñez y la adolescencia indígena en La Guajira

Riohacha

En el marco del Día de la Niñez y la Adolescencia Indígena, Bienestar Familiar realizó una jornada cultural y recreativa en la comunidad wayuu de La Chachaca I con el propósito de afirmar la identidad ancestral de niñas, niños y adolescentes indígenas, a través de actividades basadas en sus juegos tradicionales.


La jornada estuvo enmarcada por dinámicas lúdicas que resaltaron la riqueza cultural del pueblo wayuu, como las carreras de carritos de cartón, competencias de arco y flecha, el juego de lanzar piedra y la danza Yonna, símbolo de identidad, conexión espiritual y resistencia. 
 

 
En medio de las actividades, niñas, niños y adolescentes compartieron sus vivencias y el valor de sus raíces. Yaletsi Redondo, de 11 años, expresó con orgullo: «Soy una niña que está por ser una señorita, soy de Riohacha, La Guajira. En los juegos tradicionales de nosotros los wayuu, las majayut salen a danzar la Yonna». 
 

 
Sus palabras reflejaron la fuerza de la identidad cultural en la infancia indígena y la importancia de estos espacios para la transmisión de saberes ancestrales. 
 

 
A la jornada también asistieron familias, personas cuidadoras, líderes, lideresas, autoridades tradicionales, los equipos de Atención Integral dirigida al pueblo wayuu y la directora encargada de la regional, May Belliny Badillo Brito, quien resaltó la importancia de brindar una atención respetuosa de las particularidades culturales de cada comunidad. 
 

 
«Me siento complacida de compartir con esta comunidad en un día tan significativo para la niñez indígena. En Bienestar Familiar tenemos el compromiso de entregar un servicio con enfoque diferencial, que responda a las realidades culturales y sociales de los niños y niñas wayuu, y que sea verdaderamente integral», afirmó Badillo.  
 

Estas acciones reflejan el compromiso del Bienestar Familiar con la protección y promoción de los derechos de la niñez indígena, preservando la identidad cultural y fomentando entornos donde crecer en armonía con las tradiciones sea también un derecho garantizado. 
 



 

Actividades de Bienestar

Comunicado a la opinión publica

Riohacha
Frente a la reciente publicación en un medio de comunicación sobre presuntas demoras y dificultades en la formalización de contratos y la ejecución de los programas de atención integral a la primera infancia, infancia, adolescencia y sus familias en los municipios priorizados por la Sentencia T-302 de 2017, el Bienestar Familiar en La Guajira se permite hacer las siguientes precisiones:
 
  1. Cumplimiento de metas: en el marco de la atención integral al pueblo wayuu, Bienestar Familiar ha superado las metas planteadas para el año 2024. A corte del 31 de julio de 2025, se atienden 120.263 familias, cifra que supera las 111.849 atendidas en el año anterior, lo que refleja el compromiso institucional con la garantía de derechos de la niñez y las familias en La Guajira.
  2. Respeto a la autonomía wayuu: la Guía de Atención reconoce la autonomía de las autoridades tradicionales wayuu para seleccionar las asociaciones u organizaciones que operan los servicios en sus territorios. Durante 2025, varias autoridades solicitaron cambios en operadores y comunidades atendidas. Estos ajustes implican un proceso riguroso de verificación técnica, jurídica y financiera por parte de Bienestar Familiar, que garantiza la calidad del servicio y la protección integral de las niñas, niños y sus familias. Aunque este procedimiento puede generar tiempos adicionales, es fundamental para asegurar la transparencia y la idoneidad de los operadores.
  3. Garantía de continuidad: cuando se detectan irregularidades o dificultades en la ejecución de los servicios, el Instituto asume la operación directa con el fin de garantizar la continuidad y evitar cualquier afectación a la niñez y a las familias beneficiarias. Esta medida ha permitido mantener la cobertura en el departamento sin interrupciones en la atención.
  4. Relación con madres comunitarias: actualmente Bienestar Familiar se encuentra a paz y salvo con las madres comunitarias. En los casos en que se hayan presentado retrasos en los pagos, estos obedecen principalmente a la falta de radicación oportuna de documentos y a la necesidad de subsanar cuentas para garantizar el correcto trámite y desembolso de los recursos.
A la fecha, todos los servicios de Bienestar Familiar en La Guajira se encuentran en operación. Las proyecciones de cobertura se realizan con base en la disponibilidad de recursos y en la identificación efectiva de la población objetivo, lo que asegura que las metas trazadas se cumplan con presencia real y verificada de la población beneficiaria.
 
(fin/scs/oam)
 

Actividades de Bienestar

Juntanza Afro Biocultural fortaleció el trabajo investigativo de la Comisión Asesora Científica de La Guajira

Riohacha
Con la participación de cerca de 70 liderazgos afrodescendientes provenientes de todos los consejos comunitarios del departamento, la Comisión Asesora Científica de La Guajira, instancia del Sistema Nacional de Bienestar Familiar, realizó la Juntanza Afro Biocultural en el auditorio de la Institución Educativa Técnica Rural Agrícola de Tomarrazón.
Este encuentro se consolidó como un espacio de producción de conocimientos interculturales donde confluyeron voces afroguajiras. La metodología, sustentada en la oralidad, la memoria, las prácticas culturales y la experiencia viva de las comunidades, permitió comprender la desnutrición, no como un hecho aislado, sino como una consecuencia histórica, ambiental, cultural y socialmente construida. 


Durante la jornada se resaltó el papel de los ríos como cuerpos vivos que sostienen la vida y el territorio, así como la importancia de la convivencia intercultural entre los diferentes pueblos de La Guajira: wiwas, arhuacos, afroguajiros y wayuu, entre otros. Se destacó, además, cómo los territorios afro e indígenas pueden tejer conexiones que fortalezcan la soberanía alimentaria regional, a través de circuitos cercanos de abastecimiento que generen intercambios solidarios y sostenibles. 


Los conversatorios abordaron temas como el calendario alimentario, la medicina tradicional vinculada al cuidado materno y gestacional, y las prácticas culinarias ancestrales que han sostenido la vida comunitaria. Las mamuncias (formas ancestrales de trabajo colectivo solidario), fueron el eje metodológico para explorar los vínculos entre cuerpo, agua y territorio, así como los impactos del cambio climático y del extractivismo sobre los recursos naturales y las estrategias de resistencia comunitaria frente a amenazas estructurales. 


Uno de los momentos más significativos fue el encuentro de mujeres afro, en el que se compartieron reflexiones sobre el sistema de crianza, las redes de cuidado de las mujeres y el papel de la transmisión oral de los saberes en la alimentación y la nutrición de la niñez. 

La jornada culminó con la uramba (plenaria), se ex las reflexiones y aprendizajes de cada mamuncia, y se construyó un mensaje colectivo dirigido a la comunidad afro del territorio sobre el sentido, la misión y las proyecciones de la Comisión Asesora Científica. 


Este ejercicio fortaleció el proceso investigativo de la Comisión y reafirmó su compromiso con una ciencia al servicio de la vida, basada en el diálogo de saberes, el respeto por la diversidad cultural y la urgencia de transformar las condiciones estructurales que generan la desnutrición.

Actividades de Bienestar

Foro en La Guajira fortalece alianzas y saberes locales para el estudio de las causas estructurales de la desnutrición

Riohacha
Como parte del propósito de la Comisión Asesora Científica de La Guajira de investigar las causas estructurales de la desnutrición, se llevó a cabo el foro «Ciencia, Territorio y Divulgación de Conocimientos y Saberes desde La Guajira». Este  espacio participativo reunió a investigadores, docentes, estudiantes, comunicadores y líderes comunitarios para impulsar la producción de conocimiento situado con, desde y para el territorio.
El foro, promovido por el Sistema Nacional de Bienestar Familiar (SNBF) y la Universidad de La Guajira, permitió consolidar aportes para la investigación de la Comisión, enfocada en las fuentes vivas del conocimiento local y la divulgación comunitaria. En él se avanzó en la comprensión colectiva de los determinantes sociales de la salud y la desnutrición en contextos étnicos, así como en la articulación entre ciencia, comunicación y territorio. 


El primer momento del evento, denominado «Hacer ciencia desde La Guajira»,  abordó las dificultades de investigar en contextos periféricos, los enfoques disruptivos para analizar la desnutrición, y la necesidad de métodos colaborativos. Participaron académicos como Carmen Laura Paz Reverol, Alexis Carabalí, Claudia Puerta Silva y Carlos Adán Valbuena, quienes ofrecieron miradas críticas y propositivas sobre cómo construir conocimiento desde la experiencia étnica y territorial. 


Asimismo, se presentaron avances de la investigación de la Comisión Asesora Científica, entre ellos: un análisis de literatura científica (scoping review), un mapeo de investigaciones locales sobre desnutrición, y un diagnóstico de la producción académica de la Universidad de La Guajira en torno a los determinantes sociales. 


La segunda parte del foro se centró en la comunicación y divulgación de saberes con enfoque étnico-racial y de género. Comunicadoras y activistas como Luzbeidy Monterrosa, Nat Nat Iguarán, Rayza De la Hoz, Doris Cabezas y Betty Martínez, reflexionaron sobre las formas en que los medios comunitarios y las redes sociales están narrando las problemáticas estructurales de los pueblos wayuu y afrodescendientes. También se discutió la manera en que las comunicaciones pueden articularse con investigaciones sobre salud y medio ambiente, para incidir en la transformación de realidades y dinamizar procesos comunitarios desde la palabra, la imagen y la memoria. 

La Comisión Asesora Científica reafirma su compromiso con una investigación que indaga las causas estructurales de la desnutrición, escuchando y trabajando junto a los pueblos afrodescendiente y wayuu del departamento.

Actividades de Bienestar