El arte como herramienta para atender a la niñez y adolescencia víctimas de violencias
Bogotá, D. C.
Jueves 7 de Noviembre de 2024 - 07:28 PM

Los más de 71 000 niños, niñas y adolescentes que están en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) en procesos administrativos de restablecimiento de derechos también reciben atención por medio de actividades artísticas, según lo recalcó Adriana Tierradentro, directora encargada de Protección, durante el evento El Arte como Herramienta Innovadora en el Apoyo Psicosocial para Víctimas de Violencia.
Durante la actividad desarrollada en el marco de la Primera Conferencia Ministerial Mundial para Poner Fin a la Violencia contra la Niñez, sostuvo que el arte también es útil en las acciones de responsabilidad penal, para resignificar las relaciones, de tal forma que se convierta en unvehículo que permita definir cómo se debe reparar, cómo generar espacios de diálogos para llegar a acuerdos.
En el evento participó como conductor del panel, Camilo Hoyos, doctor Cum Laude en Humanidades por la Universitat Pompeu Fabra y literato de la Universidad de los Andes. Él manifestó que hay una estrecha relación entre el arte, las víctimas y las formas de sanación. También mencionó que Colombia representa una diversidad artística y cultural como pocospaíses, pero asimismo tiene un historial de violencia como ninguno y debe darse un momento en que las dos cosas se relacionen.
Como panelista estuvo Shemita Chindoy, del pueblo kamëntsá, psicóloga y especialista en terapias alternativas. En su exposición contó que el tambor en su cultura significa el corazón en donde nacen todos los ritmos naturales, cuando los niños son agredidos guardan silencioy la terapia consiste en romperlo a través dediferentes ritmos con ese instrumento y el canto para retornar a la armonización.
Otro de los participantes fue el artista urbano Djlu, quien manifestó que él ha evidenciado que el trabajo realizado a través del muralismo ha transformado comunidades y con eso ha constatado el poder del arte.
También intervino María Julia Garcete, directora general del Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes de la Organización de Estados Americanos, quién resaltó el artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño en el que se menciona el derecho al juego, la libertad para participar en la expresión artística de su comunidad y al tiempo libre.
Igualmente, se sumó a la jornada Amelia Cabrera de World Visión Perú con la experiencia que les ha dado el programa «La Voz de mi Corazón» con el que trabajan el arte para sanar, porque según ella es genuino, no tiene filtro, es la expresión máxima de una niña, niño o adolescente víctima, porque no verbalizan lo que sienten y a través del arte alzan su voz.
El evento se desarrolló en Maloka, un lugar de ciencia y tecnología, aliado del ICBF en una de sus labores como brindar espacios de recreación a los niños, niñas y adolescentes a quienes se les están restableciendo sus derechos.
En el evento participó como conductor del panel, Camilo Hoyos, doctor Cum Laude en Humanidades por la Universitat Pompeu Fabra y literato de la Universidad de los Andes. Él manifestó que hay una estrecha relación entre el arte, las víctimas y las formas de sanación. También mencionó que Colombia representa una diversidad artística y cultural como pocospaíses, pero asimismo tiene un historial de violencia como ninguno y debe darse un momento en que las dos cosas se relacionen.
Como panelista estuvo Shemita Chindoy, del pueblo kamëntsá, psicóloga y especialista en terapias alternativas. En su exposición contó que el tambor en su cultura significa el corazón en donde nacen todos los ritmos naturales, cuando los niños son agredidos guardan silencioy la terapia consiste en romperlo a través dediferentes ritmos con ese instrumento y el canto para retornar a la armonización.
Otro de los participantes fue el artista urbano Djlu, quien manifestó que él ha evidenciado que el trabajo realizado a través del muralismo ha transformado comunidades y con eso ha constatado el poder del arte.
También intervino María Julia Garcete, directora general del Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes de la Organización de Estados Americanos, quién resaltó el artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño en el que se menciona el derecho al juego, la libertad para participar en la expresión artística de su comunidad y al tiempo libre.
Igualmente, se sumó a la jornada Amelia Cabrera de World Visión Perú con la experiencia que les ha dado el programa «La Voz de mi Corazón» con el que trabajan el arte para sanar, porque según ella es genuino, no tiene filtro, es la expresión máxima de una niña, niño o adolescente víctima, porque no verbalizan lo que sienten y a través del arte alzan su voz.
El evento se desarrolló en Maloka, un lugar de ciencia y tecnología, aliado del ICBF en una de sus labores como brindar espacios de recreación a los niños, niñas y adolescentes a quienes se les están restableciendo sus derechos.