Las expresiones de rechazo hacia población extranjera, que es más vulnerable cuando se encuentra en condición de refugiada o migrante, se están convirtiendo en una problemática de gran escala en Colombia y nosotros como sociedad, somos quienes debemos dar el primer paso para evitar cualquier tipo de discriminación en contra de esta población en el país.
Es frecuente encontrarnos con expresiones como “los extranjeros nos están quitando el trabajo”, “por los migrantes se ha incrementado la delincuencia en el país” o “se necesita personal para trabajar, pero no queremos extranjeros”. Este tipo de frases reflejan actitudes y acciones de rechazo contra la población migrante o refugiada, lo que genera, como consecuencia, una afectación sobre la convivencia pacífica en los territorios y va en contra de la construcción de una sociedad democrática e incluyente.
 
La xenofobia, según la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), supone todo tipo de distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje, origen nacional o étnico que tenga por objeto anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales de los miembros de una sociedad en la esfera política, económica, social, cultural o en cualquier otro contexto de la vida pública.
 
Este tipo de rechazo, por lo general, se manifiesta a través de acciones discriminatorias o expresiones abiertamente hostiles y deliberadas de odio hacia los extranjeros[1]. El problema de normalizar este tipo de actitudes se basa en que todos empezamos a creer que las personas migrantes tienen menos derechos que las personas nacionales. Esto ha llevado a que, incluso dentro de las mismas instituciones encargadas de la protección de la niñez y la adolescencia se vulneren y desconozcan sus derechos.
 
Por lo anterior, los invitamos a reconocer este tipo de actitudes y comprender que la discriminación puede generar, en las comunidades, rechazo hacia niños, niñas, adolescentes y familias provenientes de otros países; estos comportamientos discriminatorios pueden pasar del discurso xenófobo a acciones de violencia naturalizada. Es importante saber que todos los menores de edad en territorio colombiano tienen los mismos derechos y deben ser protegidos contra cualquier amenaza o vulneración.
 
Si conoces el caso de un niño, niña o adolescente migrante en presunta situación de vulneración de sus derechos, debes reportarlo a la Línea Gratuita Nacional del ICBF 01 8000 91 80 80, a Línea de Atención 141, de manera presencial en la Sede de la Dirección General ubicada en Bogotá en la Av. Carrera 68 # 64C – 75, en cualquiera de las 33 direcciones regionales o sus respectivos centros zonales. Para más información sobre los puntos de atención del instituto, haz clic aquí
 
Conoce nuestra segunda parte de xenofobia, donde te mostraremos sus impactos y la conciencia que debemos tener ante este fenómeno a través de la historia de Samuel, un niño que, junto con su familia, migró a Colombia desde territorio venezolano con el anhelo de tener un mejor futuro. Para leer la historia, haz clic aquí:
 
 
 
 
 
 
[1]‘Xenofobia’. En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/xenofobia/ Consultado: 27 de agosto de 2020.