Por: Claudia Cerón Coral
Periodista y mamá. Blog: Experiencia de mamá.
Ya llevamos varias semanas de aislamiento preventivo y si bien es cierto que, llega el fin de semana y debemos continuar en casa como lo hemos estado el resto de la semana, hay que cambiar las rutinas. Llegó la hora de relajarse.
¿Recuerdas el artículo anterior donde aconsejamos crear “un plan de vuelo” para abordar la cuarentena en casa? Pues bien, como en todo un vuelo de muchas horas es necesario hacer pausas activas, estirarse, tomar las comidas y cambiar de posición.
Igual, piensa que el fin de semana las cargas pueden ser un poco más livianas. Seguramente no tendrás trabajo, reuniones virtuales, conferencias y entrega de informes. Procura liberarte del trabajo, en la medida de las posibilidades, y date a ti también el tiempo de descargarte este fin de semana.
Empieza la noche de viernes con una actividad distinta, una película en familia, juega con tus hijos a recrear un teatro, oscurece la habitación, la sala, el lugar en donde puedan reunirse en familia. Prepara crispetas y diles que el plan es cine.
Para sábado y domingo piensa en cambiar horarios
Sábado en la mañana
Duerme y déjalos dormir más, preparen un brunch en familia, recetas hay muchas y las puedes buscar en canales de buenos chefs, eso sí, con ideas saludables, o, simplemente, preparen lo que más les gusta, con calma y sin prisa.
Por lo general el sábado es el día de los deportes y actividades fuera de casa. Pues es el momento para desordenar la sala, armar un gimnasio y ejercitarse.
Por redes han llegado muchas y muy variadas actividades para hacer gimnasia en casa con los chicos.
Pero la principal actividad es desconectarse, si quedaron tareas pendientes del colegio o el trabajo, trata de hacerlas en lo que queda de la mañana del sábado, y desconéctate, desconéctense.
Sábado en la tarde
Se supone que son momentos de compras, en las rutinas normales. Pues en esta oportunidad planea con tus hijos el menú de la próxima semana, hagan un inventario del mercado, de lo que hace falta, lo que se debe pedir o lo que un adulto tendría que ir a comprar (con todas las precauciones que nos han indicado los especialistas).
Involucrarlos en las compras puede ser un buen pasatiempo y un momento de enseñarles a planear las cosas de la casa: lavado, aspirado, aseo de baños.
¡Ojo! No se trata de hacerlas ya, sino de planearlas para los próximos días. Si las compras se hacen por internet o aplicativos, los niños, niñas y adolescentes son los más aventajados. Seguro que les gustará ayudarte.
Noche de sábado
Bailen, armen una pequeña zona de diversión, programen un karaoke, desempolven juegos de mesa. La idea es que los chicos no pierdan la noción de los días, las horas, los momentos.
¿No te has puesto a pensar que en cuarentena no sabemos en qué día estamos? Pues es bueno recordarles a tus hijos que es fin de semana, y que juntos podemos hacer de este ejercicio una buena forma de convivir.
Domingo
Como cualquier domingo, procuren dormir bien, hacer un desayuno frugal y delicioso, y sentarse a leer.
Seguro te han llegado muchos links, páginas y aplicativos de literatura infantil y para adultos que están compartiendo gratuitamente esas publicaciones.
Como no podrás visitar a abuelos o tíos, hagan conferencias virtuales. Esta opción se ha masificado mucho y es maravillosa para que la familia no se deje de ver, así sea de forma virtual.
Sal de la rutina, si puedes, pide un almuerzo a domicilio, y jueguen a salir al restaurante, como si fuera un hecho real.
En la tarde, juegos interactivos. No le tengas miedo a la tecnología, en estos momentos es una buena aliada si la sabemos utilizar.
Y así, en un abrir y cerrar de ojos, el fin de semana se terminará sin darte cuenta.
La clave está en hacer de estos dos días algo diferente, pero similar a lo que hacen cuando no están en cuarentena. La opción es recrear los espacios, la sala de cine, el parque, la cancha de fútbol, el gimnasio. Incluso, una sala de baile.
Anímate, todo va a volver a la normalidad, y tus hijos volverán felices al colegio, al jardín y tú, si tú, a la oficina.
Periodista y mamá. Blog: Experiencia de mamá.
Ya llevamos varias semanas de aislamiento preventivo y si bien es cierto que, llega el fin de semana y debemos continuar en casa como lo hemos estado el resto de la semana, hay que cambiar las rutinas. Llegó la hora de relajarse.
¿Recuerdas el artículo anterior donde aconsejamos crear “un plan de vuelo” para abordar la cuarentena en casa? Pues bien, como en todo un vuelo de muchas horas es necesario hacer pausas activas, estirarse, tomar las comidas y cambiar de posición.
Igual, piensa que el fin de semana las cargas pueden ser un poco más livianas. Seguramente no tendrás trabajo, reuniones virtuales, conferencias y entrega de informes. Procura liberarte del trabajo, en la medida de las posibilidades, y date a ti también el tiempo de descargarte este fin de semana.
Empieza la noche de viernes con una actividad distinta, una película en familia, juega con tus hijos a recrear un teatro, oscurece la habitación, la sala, el lugar en donde puedan reunirse en familia. Prepara crispetas y diles que el plan es cine.
Para sábado y domingo piensa en cambiar horarios
Sábado en la mañana
Duerme y déjalos dormir más, preparen un brunch en familia, recetas hay muchas y las puedes buscar en canales de buenos chefs, eso sí, con ideas saludables, o, simplemente, preparen lo que más les gusta, con calma y sin prisa.
Por lo general el sábado es el día de los deportes y actividades fuera de casa. Pues es el momento para desordenar la sala, armar un gimnasio y ejercitarse.
Por redes han llegado muchas y muy variadas actividades para hacer gimnasia en casa con los chicos.
Pero la principal actividad es desconectarse, si quedaron tareas pendientes del colegio o el trabajo, trata de hacerlas en lo que queda de la mañana del sábado, y desconéctate, desconéctense.
Sábado en la tarde
Se supone que son momentos de compras, en las rutinas normales. Pues en esta oportunidad planea con tus hijos el menú de la próxima semana, hagan un inventario del mercado, de lo que hace falta, lo que se debe pedir o lo que un adulto tendría que ir a comprar (con todas las precauciones que nos han indicado los especialistas).
Involucrarlos en las compras puede ser un buen pasatiempo y un momento de enseñarles a planear las cosas de la casa: lavado, aspirado, aseo de baños.
¡Ojo! No se trata de hacerlas ya, sino de planearlas para los próximos días. Si las compras se hacen por internet o aplicativos, los niños, niñas y adolescentes son los más aventajados. Seguro que les gustará ayudarte.
Noche de sábado
Bailen, armen una pequeña zona de diversión, programen un karaoke, desempolven juegos de mesa. La idea es que los chicos no pierdan la noción de los días, las horas, los momentos.
¿No te has puesto a pensar que en cuarentena no sabemos en qué día estamos? Pues es bueno recordarles a tus hijos que es fin de semana, y que juntos podemos hacer de este ejercicio una buena forma de convivir.
Domingo
Como cualquier domingo, procuren dormir bien, hacer un desayuno frugal y delicioso, y sentarse a leer.
Seguro te han llegado muchos links, páginas y aplicativos de literatura infantil y para adultos que están compartiendo gratuitamente esas publicaciones.
Como no podrás visitar a abuelos o tíos, hagan conferencias virtuales. Esta opción se ha masificado mucho y es maravillosa para que la familia no se deje de ver, así sea de forma virtual.
Sal de la rutina, si puedes, pide un almuerzo a domicilio, y jueguen a salir al restaurante, como si fuera un hecho real.
En la tarde, juegos interactivos. No le tengas miedo a la tecnología, en estos momentos es una buena aliada si la sabemos utilizar.
Y así, en un abrir y cerrar de ojos, el fin de semana se terminará sin darte cuenta.
La clave está en hacer de estos dos días algo diferente, pero similar a lo que hacen cuando no están en cuarentena. La opción es recrear los espacios, la sala de cine, el parque, la cancha de fútbol, el gimnasio. Incluso, una sala de baile.
Anímate, todo va a volver a la normalidad, y tus hijos volverán felices al colegio, al jardín y tú, si tú, a la oficina.



















