Consejos para que hijas e hijos se adapten al regreso al colegio en la pospandemia
Luego de dos años de declarada la pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a causa de la COVID-19, la sociedad en general tuvo que hacer cambios profundos. Uno de ellos fue que obligó a las instituciones educativas a cerrar sus puertas, y convirtió a la virtualidad en el medio preferente para realizar todas las actividades académicas y laborales.
Todo ello representó cambios significativos para las personas; en el caso de las niñas y niños, además de tener que permanecer en casa y continuar su proceso académico a través de clases virtuales, por radio o mediante guías, en la mayoría de los casos perdieron el contacto con sus amigas y amigos.    
 
Si bien, aunque la realidad nunca será igual a como era hace dos años, con la reducción de los efectos del virus, se ha empezado a retornar poco a poco a la manera como estábamos organizados antes de la pandemia. Sin embargo, así como el cierre de las aulas fue un gran cambio, también lo ha sido el retorno a ellas.
 
La realidad nunca será igual: no solamente el virus sigue, sino que además es de reconocer todo lo que a su paso fue generando y que finalmente tiene repercusiones en la manera como nos vamos a relacionar en el entorno educativo. Todo este panorama representa un desafío para las familias, las instituciones y las comunidades educativas en el proceso de acompañar a niñas y niños en lo que ha representado el regreso a la presencialidad.
 
Por ello a continuación, en Mis Manos Te Enseñan queremos plantearles algunos consejos a las familias que pueden ser de utilidad para el regreso a la presencialidad a las aulas.
 
  • Las niñas y niños no son ajenos a sentirse afectados por los diferentes cambios, por ello, como familia te invitamos a dialogar permanentemente con ellas y ellos, comentándoles sobre lo que van a encontrar, escuchar sus dudas y temores y orientarles cómo enfrentarse a ellos.
  • La modalidad de educación virtual o remota incidió, en algunos casos, en el incremento del ausentismo y la deserción escolar; el retorno presencial es una oportunidad para motivar a niñas y niños constantemente, insistiendo sobre la importancia que tiene la educación en su desarrollo integral.
  • El haber estado tanto tiempo en confinamiento o en aislamiento social pudo afectar las habilidades de niñas y niños para confiar en otros y fortalecer vínculos con sus pares; como familia es importante estar atentos e indagar acerca de cómo se han sentido en el retorno a la presencialidad y cómo se ha dado su relacionamiento con sus otros compañeros.
  • Si como familia se identifica alguna situación que pueda estar afectando la relación de las niñas o niños con sus pares, o si se encuentran desmotivados por continuar su proceso educativo, es necesario comunicarlo a la institución educativa para que, de manera conjunta, se brinde el acompañamiento requerido y facilitar su adaptación.