Directora ICBF verifica apertura gradual de unidades de atención a la primera infancia en Yumbo, Valle del Cauca
Yumbo
Lunes 8 de Marzo de 2021 - 01:10 PM

Con un recorrido por las instalaciones de los Centros de Desarrollo Infantil (CDI) ‘El Caracolí’ y ‘Alcarrazas de Colores’, en el municipio de Yumbo, Valle del Cauca, la Directora General del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Lina Arbeláez, verificó en territorio el inicio del piloto de reapertura gradual de estas unidades de servicio para las niñas y niños de primera infancia.
“El retorno de niñas y niños a lugares seguros como son los centros de desarrollo infantil tiene un efecto clave en materia laboral para la mujer. Sabemos que la mujer ha sido una de las más perjudicadas en el marco de la pandemia en materia de desempleo y, por esto, es vital reabrir estos espacios que garantizan entornos protectores y seguros para la primera infancia”, sostuvo Lina Arbeláez.
La reapertura gradual a los servicios para la primera infancia con el Piloto de Apertura Presencial Excepcional (PAPE) en el departamento inició en el Centro de Desarrollo Infantil (CDI) ‘El Rodeo’ del municipio de Jamundí, donde se están atendiendo más de 50 niñas y niños que acuden alternadamente de lunes y viernes a esta unidad de servicio para garantizarles atención integral. Durante los días que no asisten a la unidad de servicio, tienen seguimiento remoto por parte de los agentes educativos a través de la estrategia del ICBF ‘Mis Manos Te Enseñan’.
En esta línea, la Directora General del ICBF destacó que “el modelo de reapertura en alternancia nos permite en esta oportunidad comenzar a atender más de 60 niñas y niños de 0 a 5 años en estas dos unidades de servicio, lo que además genera desarrollo económico y equidad en la región”.
De igual manera, sostuvo que el ICBF revisa de manera rigurosa que se cumplan todas las normas de bioseguridad para garantizar el bienestar y la salud de los menores de edad, sus familias, agentes educativos y madres comunitarias en la atención presencial que brinda la entidad en el territorio.
Dentro de los requisitos que ha establecido el ICBF para participar en este piloto se tienen en cuenta que la niña o el niño sea mayor de dos años, que cuente con el esquema de vacunación completo, que no viva con personas mayores de 60 años y no presente comorbilidades de base que implican alto riesgo, ni síntomas asociados a sospecha de COVID-19 (fiebre alta, tos, secreciones nasales o malestar general). Estos requisitos también aplican al talento humano.
Finalmente, Lina Arbeláez señaló que la formación integral y de calidad para la primera infancia, además de reactivar y generar desarrollo económico y social, equidad y reducción de pobreza, tiene una repercusión directa con el tipo de país que se quiere para las futuras generaciones.
La reapertura gradual a los servicios para la primera infancia con el Piloto de Apertura Presencial Excepcional (PAPE) en el departamento inició en el Centro de Desarrollo Infantil (CDI) ‘El Rodeo’ del municipio de Jamundí, donde se están atendiendo más de 50 niñas y niños que acuden alternadamente de lunes y viernes a esta unidad de servicio para garantizarles atención integral. Durante los días que no asisten a la unidad de servicio, tienen seguimiento remoto por parte de los agentes educativos a través de la estrategia del ICBF ‘Mis Manos Te Enseñan’.
En esta línea, la Directora General del ICBF destacó que “el modelo de reapertura en alternancia nos permite en esta oportunidad comenzar a atender más de 60 niñas y niños de 0 a 5 años en estas dos unidades de servicio, lo que además genera desarrollo económico y equidad en la región”.
De igual manera, sostuvo que el ICBF revisa de manera rigurosa que se cumplan todas las normas de bioseguridad para garantizar el bienestar y la salud de los menores de edad, sus familias, agentes educativos y madres comunitarias en la atención presencial que brinda la entidad en el territorio.
Dentro de los requisitos que ha establecido el ICBF para participar en este piloto se tienen en cuenta que la niña o el niño sea mayor de dos años, que cuente con el esquema de vacunación completo, que no viva con personas mayores de 60 años y no presente comorbilidades de base que implican alto riesgo, ni síntomas asociados a sospecha de COVID-19 (fiebre alta, tos, secreciones nasales o malestar general). Estos requisitos también aplican al talento humano.
Finalmente, Lina Arbeláez señaló que la formación integral y de calidad para la primera infancia, además de reactivar y generar desarrollo económico y social, equidad y reducción de pobreza, tiene una repercusión directa con el tipo de país que se quiere para las futuras generaciones.