Entre las principales funciones de los dientes primarios destacamos las siguientes:
· Estimulan el crecimiento de los huesos maxilares durante la masticación.
· Preparan el alimento para su digestión a través de la masticación, en etapas en las que la niña y el niño está en máximo crecimiento.
· Mantienen el espacio para los dientes definitivos. Si se pierden antes de tiempo, los dientes permanentes saldrán en mala posición.
· Permiten la pronunciación correcta de los fonemas, con la participación de la lengua y los labios.
Se sugiere realizar una visita al odontólogo a los seis meses de edad para revisar la cavidad bucal y brindar recomendaciones de cuidado en casa.
Además de lo anterior, a partir del primer año de vida, en la consulta odontológica se realizan procedimientos de protección específica para evitar la caries dental como es la aplicación del barniz de flúor cada seis meses hasta los 17 años, según indica la Ruta Integral de Atención en Promoción y Mantenimiento de la Salud (RIAPYMS) del Ministerio de Salud y Protección Social.
Cuidados bucales del recién nacido
• Es importante lavar siempre las manos con jabón y suficiente agua antes de manipular alimentos para el bebé y previo a limpiarle la boca.
• Ciertas prácticas o costumbres favorecen la transmisión de bacterias de la boca de los padres, madres o cuidadores a la boca de los niños y niñas y deben evitarse. Por ejemplo: compartir utensilios con el bebé (cucharas, vasos, pocillos, etc.), soplar
sobre la comida que se le da al bebé, besarlo en la boca o pasar bocados de comida de la boca de los padres, madres o cuidadores a los bebés.
• A partir de los 4 meses de edad, masajear las encías del bebé con una gasa humedecida o con dedales de silicona.
En este momento y hasta los dos años como mínimo, la lactancia materna será una práctica esencial para el desarrollo integral de los niños, incluido el desarrollo de la cara.



















