A continuación, encontrarás seis consejos para que papá se involucre desde el embarazo y se convierta en el principal apoyo en esta tarea fundamental que brinda grandes beneficios para la mamá, el bebé, la familia, la sociedad y el medio ambiente:
- Asistir juntos a los cursos de maternidad y paternidad responsable: de manera que puedan conocer los principales cambios, las ventajas de la leche materna, cómo extraerla, almacenarla y de qué forma pueden apoyar a su pareja, entre otros.
- Eres el mayor soporte emocional de mamá: el proceso de amamantar es un aprendizaje, por lo que es probable que mamá pueda presentar problemas al principio y que necesite apoyo. La carga hormonal hace que ella este más sensible de lo normal, por esto es muy importante ponerse en su lugar, escucharla, comprenderla y apoyarla para lograr el éxito de esta práctica. ¡Recuerda que papá y mamá son el mejor equipo!
- Mamá necesita un espacio cómodo y acogedor: es importante ayudar a mamá a preparar un espacio cómodo, acogedor, con almohadas o cojines, en el que ella y el bebé se sientan cómodos y seguros para amamantar.
- Trabajo colaborativo: cuando mamá termine de amamantar, papá puede ocuparse de cargar al bebé y caminar por la casa cuando esté inquieto. No olvides que como papá puedes sacarle los gases para evitar los cólicos, darle un baño, cambiarle pañales, vestirlo o dormirlo. Cuando mamá esté muy cansada, también puedes ofrecerle leche materna a través de un vaso o una cuchara. Estas actividades reafirman el vínculo con tu bebé.
- Distribución equitativa de las tareas del hogar: la lactancia materna es una actividad que demanda mucho tiempo y puede causar estrés a mamá; por eso, es importante que te encargues de las labores de la casa como preparar alimentos saludables, la limpieza y desinfección del hogar, entre otras, para que mamá pueda dedicar más tiempo a la lactancia, a su recuperación posparto, a descansar y tener espacios libres.
- Amor permanente: ahora, más que nunca, ser empático con mamá es muy importante ya que amamantar puede ser una práctica agotadora. Reconócele su esfuerzo, recuérdale que vale la pena, ayúdala a relajarse, muéstrate comprensivo, cariñoso, amoroso, respeta sus necesidades y apóyala en el desafío que representa la lactancia materna.



















