Violencia sexual en niñas, niños y adolescentes: ¿cómo identificarla?
La violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes comprende todo acto o comportamiento de tipo sexual ejercido sobre ellos, con utilización de la fuerza o cualquier forma de coerción física, psicológica o emocional y aprovechando las condiciones de indefensión, desigualdad y las relaciones de poder existentes entre víctima y agresor.
Son muy habituales los abusos cometidos por algún miembro del núcleo familiar, de personas que constituyen figuras de confianza y de autoridad para el niño, niña o adolescente y que además juegan un rol clave en el proceso de formación de supersonalidad.  

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Violencias contra Niñas, Niños y Adolescentes, en Colombia, el 41 % de los menores de 18 años han sufrido algún tipo de violencia sexual, física, o psicológica. De estos, el 72 % ha ocurrido al interior de los hogares y el 28,4 % se perpetúa por algún miembro de la familia. 

La mayoría de los casos de violencia sexual en contra de niños, niñas y adolescentes son cometidos por personas cercanas, entre los que se incluyen tanto familiares como cuidadores y maestros. Cuando el agresor está dentro del núcleo familiar, se corre el riesgo de que la violencia sexual sea llevada a cabo de manera repetitiva y sistemática.

En este escenario, es fundamental que madres y padres aprendan a identificar cuáles son las señales de alarma sobre la posible presencia de este tipo de vulneración, de manera que puedan actuar a tiempo y mitigar el riesgo. Las niñas, niños y adolescentes pueden manifestar algunos cambios de comportamiento e, inclusive, cambios físicos que no deben pasarse por alto.

Estas son algunas señales de alerta:

Signos y síntomas físicos:

• Dolor en los genitales.
• Moretones o hematomas en partes del cuerpo o área genital.
• Pérdida del control de esfínteres.
• Irritación, picazón, mal olor, flujo de sangre en el área vaginal o anal.
• Infecciones urinarias.
• Enfermedades de transmisión sexual.

Cambios comportamentales:

• Agresividad.
• Temor o miedo a algunas personas.
• Conductas eróticas tempranas (masturbación, tocamiento con pares, expresiones verbales de situaciones que no corresponden a su edad).
• Conductas de autoagresión.
• Interés excesivo por juegos sexuales.

Emocionales:

• Cambios en el estado de ánimo.
• Tristeza.
• Depresión.
• Temor a estar solo o quedarse con alguna persona.
• Incapacidad de expresar sus emociones.
• Dificultad para dormir o pesadillas.
• Cambios en el apetito.
• Ideas suicidas.

Debes saber que las afectaciones en cada niño, niña o adolescente son diferentes y algunas de ellas son latentes o no se presentan de manera inmediata, por lo que no podemos generar una lista de chequeo con facilidad. 

Sin embargo, debes estar alerta ante cualquier señal y fortalecer los canales de comunicación con ellos. 

Creo que mi hija o hijo es víctima de violencia sexual, ¿qué hago?

Si identificaste alguna o varias de las señales de alerta descritas anteriormente esclave realizar un abordaje adecuado de la situación: empezar por acercase a la niña, niño o adolescente de forma amable, empática, cariñosa; brindarle seguridad y confianza para que se sienta cómodo y pueda realizar la revelación. 

Si la niña, niño o adolescente te cuenta la situación, es muy importante creerle y tomar en serio su testimonio, escucharle atentamente, evitar presionarlo con demasiadas preguntas y ayudarle a comprender que nada de lo ocurrido es su culpa y que tampoco ha hecho nada malo. 

Procura brindarle seguridad. Sé claro siempre, descríbele que es importante que las autoridades tengan conocimiento y no dejes que esta revelación se quede como un secreto.

Busca ayuda profesional: el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar cuenta con la Línea 141, disponible las 24 horas del día, los siete días de la semana, para ofrecer asistencia inmediata y especializada frente a casos de violencia sexual. Así como, las líneas de WhatsApp 3202391685, 3208655450 o 3202391320. 

Además, toda niña, niño o adolescente víctima de violencia sexual tiene derecho a que el sistema de salud le suministre información y atención prioritaria: 

 

• Atención médica y estabilización física.
• Apoyo psicológico oportuno.
• Medicamentos para prevenir infecciones de transmisión sexual.
• Entregar anticoncepción de emergencia para prevenir un embarazo no deseado.
• Asesoría para la interrupción voluntaria del embarazo.
• Toma de muestras para obtener evidencias del hecho.

 

Denuncia: aún cuando puede ser muy difícil denunciar un hecho de violencia sexual contra una niña, niño o adolescente, incluso si el agresor es un miembro de la familia, el hacerlo puede evitar futuras violencias sexuales y prevenir que otras personas sean víctimas de agresiones.

 

Adicionalmente, ten en cuenta que la Fiscalía General de la Nación tiene habilitada la Línea 122 para denuncias.