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Mayo 15, 2020

¿A qué edad puedo darle un celular, una tableta o acceso a internet a un niño?

¿A qué edad puedo darle un celular, una tableta o acceso a internet a un niño?
Esta guía te ayudará a conocer cuál es la edad apropiada para darle acceso a la tecnología a niños y niñas.
¿A qué edad puedo darle un celular, una tableta o acceso a internet a un niño?
¿A qué edad dejo que mi hija o hijo utilice un celular o una consola de videojuegos? ¿cuál es la edad recomendada para que navegue por internet?, ¿en qué momento puedo permitir que use las redes sociales?
 
Pese a la familiaridad de los niños, niñas y adolescentes con la tecnología, algunos expertos y comunidades científicas han llamado la atención acerca de la importancia de dar acceso a los dispositivos y herramientas digitales, en el momento apropiado y de acuerdo con el momento de su ciclo de vida.
 
Esto con tres propósitos esenciales: en primer lugar, reducir los efectos negativos que puede ocasionar el uso de pantallas en la primera infancia; segundo, permitir que los menores de edad puedan aprovechar realmente todas las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías a partir del grado de desarrollo de sus habilidades cognitivas; y, por último, reducir la exposición a los riesgos digitales a temprana edad.
 
Una edad para cada tecnología
 
Dado lo anterior, colectivos como la Asociación Francesa de Pediatría Ambulatoria (AFPA), ha avalado la regla 3-6-9-12, una herramienta orientadora para que los padres, madres y cuidadores identifiquen en qué momento pueden dar a una niña o niño acceso a las diversas tecnologías.
 
Antes de los 3 años: cero pantallas
 
Diversos estudios han demostrado que, en los primeros años de vida, las niñas y los niños desarrollan el mayor número de conexiones neuronales, habilidades sociales y emocionales, y destrezas motrices.
 
Por lo tanto, necesitan una correcta estimulación de su entorno a través del juego, la interacción con los adultos y con sus pares, la lectura, la música y la exploración. Sin embargo, esta capacidad de aprendizaje y desarrollo se ve limitada cuando los bebés son expuestos a las pantallas de celulares o tabletas.
 
De hecho, un informe desarrollado por el Departamento de Pediatría del Instituto de Investigación del Hospital Infantil de Alberta (Cánada) en alianza con las universidades de Calgary y Waterloo, sostiene que “los niños menores de cinco años que se entretienen mediante el uso de pantallas pierden oportunidades importantes para practicar y dominar las habilidades interpersonales, motoras, afectivas y de comunicación”.
 
Asimismo, varios estudios han concluido que las pantallas entre los 0 y los 3 años, no aportan ningún beneficio a los niños.
 
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) así como la Academia Americana de Pediatría son un poco más flexibles respecto a la edad y establecen que a los niños y niñas se les puede dar acceso a pantallas a partir de los 2 años, siempre y cuando, los dispositivos cuenten con material didáctico y pedagógico de calidad y los padres y cuidadores limiten su uso máximo a una hora al día.
 
A su vez, los adultos deberán acompañar a sus niños para ayudarlos a entender los que están viendo en la pantalla y favorecer, de paso, la comunicación.
 
Antes de los 6 años: nada de videojuegos
 
Las consolas de videojuegos tanto estáticas como portátiles no deben permitirse a los niños antes de los 6 años.
 
Esto para evitar, a temprana edad, problemas de sedentarismo y sobrepeso que organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) han asociado al exceso de tiempo que los menores de edad llegan a invertir en los videojuegos.
 
Así mismo, otras entidades, como el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de Colombia (MinTic) señalan que esta medida contribuye a disminuir la posibilidad de crear conductas asociadas a la ciberdependencia.
 
Esto, según algunos neuropediatras, se explica porque hasta esta edad, el autocontrol de los niños no está totalmente desarrollado y tampoco han desarrollado por completo las habilidades para diferenciar la realidad de la ficción.
 
Antes de los 9 años: acceso a dispositivos tecnológicos sin conexión a Internet
 
Daniel Andrés Gavalo, referente técnico nacional para la prevención de riesgos digitales del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) explica que antes de los 9 años, niñas y niños pueden acceder a las tecnologías sí se les configura un entorno TIC cerrado, es decir, tecnologías sin conexión a Internet pero con contenidos cargados previamente como videos, imágenes, textos y audios.
 
 Sin embargo, todos estos contenidos deben ser apropiados para su edad y deben haber sido revisados en su totalidad por un adulto.

Esta estrategia permite reducir los riesgos a los que se exponen los menores de edad cuando hacen uso de las tecnologías.

Antes de los 13 años: acceso a dispositivos tecnológicos con conexión a internet sin redes sociales
 
Desde los 9 años en adelante, niñas y niños han desarrollado habilidades para navegar por internet y tienen mayor poder de discernimiento.
 
En este momento de su curso de vida es posible darles acceso a la web siempre y cuando madres, padres y cuidadores, establezcan con niñas y niños acuerdos sobre su uso responsable, horarios y límites de tiempo en la conexión, acuerdos sobre lo que pueden y no pueden hacer cuando navegan y conversaciones de prevención acerca de los riesgos digitales a los que están expuestos.
 
De igual forma, se pueden apoyar en sistemas de control parental y configuraciones de seguridad en los dispositivos para proteger la seguridad del menor de edad. Sin embargo, estos sistemas no son infalibles y, por ello, el diálogo, la generación de confianza y la creación de acuerdos son fundamentales.
 
A esta edad, también es probable que muchos niños ya quieran tener sus propios teléfonos móviles y cuentas en las redes sociales, pero lo ideal sería esperar hasta que cumplan 14 años para regalarles su primer smartphone y permitirles entrar en una red social.
 
No obstante, según el funcionario del ICBF, esta regla no es inquebrantable, sino que su aplicación depende del propósito de uso que se le quiera dar a la tecnología “Por ejemplo, si a una niña o niño de 10 años le gusta la música y quiere aprender a tocar guitarra, puede acceder a los tutoriales de YouTube que, si bien es una red social, estará siendo usada con fines netamente pedagógicos, siempre con el acompañamiento de madre, padre o cuidador”, explica el experto.
 
Después de los 13 años: acceso a dispositivos tecnológicos con conexión a internet y con redes sociales.
 
De los 13 años en adelante, los adolescentes, han desarrollado habilidades sociales, psicológicas y emocionales que les permiten acceder no solo a internet sino, también al abanico de posibilidades que ofrece, entre ellas, las redes sociales.
 
 Aquí, la mediación parental que hagan madres, padres y cuidadores no debe estar basada exclusivamente en la supervisión permanente y el control, sino en un acompañamiento basado en la confianza y el diálogo.