¿Tú niña o niño empezó a hacer sus primeras pataletas y no sabes qué hacer? ¡No te angusties! Aquí te orientamos sobre cómo actuar.
Lo primero que debes comprender es qué las pataletas son una conducta absolutamente normal, frecuente y esperable que inicia hacia los 18 meses y continua, aproximadamente, hasta los 4 o 5 años.
 
Son una forma de comunicación de niñas y niños que, debido a su corta edad, aún no han desarrollado un lenguaje verbal fluido para expresar sus sentimientos de rabia, frustración o inconformidad ante una situación.

Ocurren porque la niña o niño está empezando a desarrollar su autonomía: quiere manifestar sus propios deseos y ejercer su voluntad.
 
También se presentan porque las niñas y niños están aprendiendo a conocer sus emociones, a regular sus impulsos y a adquirir autocontrol.
 
Por lo tanto, ten en cuenta que, las niñas y los niños: no hacen pataletas con la intención de incomodar a los adultos, no buscan manipular y no están desafiando la autoridad.
 
Ahora que lo sabemos, veamos 9 pasos para actuar de forma adecuada y respetuosa ante una pataleta:
 
Paso 1
Mantén la calma. Las niñas y los niños siempre están atentos a tu reacción. Si permaneces tranquilo y sereno, poco a poco, irán comprendiendo que la pataleta no funciona. En cambio, si te alteras, la situación terminará por dominarte. Recuerda que debes ser tú quien conserve el control.
 
Paso 2
Dale tiempo y espacio para que se calme, pero no lo dejes completamente solo.  Ayúdale mediante expresiones como “si no te calmas no sabremos lo que te pasa” o “cuando te tranquilices, hablamos y buscamos una solución”.
A su vez, ofrécele soporte emocional mediante frases como “estoy aquí para escucharte y darte un abrazo cuando lo necesites”.
 
Por ningún motivo recurras a los gritos o al maltrato físico. La violencia puede tener dos efectos en los niños: hacer que se vuelvan más irascibles, lograr que repriman sus sentimientos por miedo, mas no porque aprendieron a controlarlos y comunicarlos.
 
Si intentas controlar la pataleta con agresiones físicas o verbales, les estás enseñando a resolver los conflictos con violencia.
 
Paso 3
Ayúdale a comprender sus emociones y valida sus sentimientos. Dile frases como “entiendo que estés molesto, pero, a veces, las cosas no salen como queremos” o “sé que quieres ir al parque pero en este momento no podemos. Ven y jugamos”, etc.
 
Paso 4
No juzgues ni rotules a tu niña o niño. No le digas que es malcriado, desobediente, cansón, maleducado o insoportable porque estas expresiones hieren su autoestima.
En lugar de ello, explícale por qué ese comportamiento no es el más adecuado ni el más efectivo para expresar sus sentimientos y sus deseos.
 
Paso 5
No cedas. Manejar respetuosamente una pataleta no significa darle al niño o niña todo lo que pide o dejarle hacer lo que quiera con tal de que se calme.
 
Si lo haces, no estas permitiendo que desarrolle sus habilidades sociales y comunicativas, no fortaleces su tolerancia a la frustración y estarás reforzando esa conducta.
 
Paso 6
Enséñale a aceptar un “no” y a buscar alternativas. Las niñas y niños deben aprender a recibir un “no” como respuesta y aceptar que las cosas no siempre salen como ellos esperan.
 
Paso 7
Promueve negociaciones. Enséñale al niño o niña a buscar alternativas y a resolver conflictos a través del diálogo y la negociación.

No recurras a chantajes como recompensa tipo “si te calmas, te doy un dulce” porque esto refuerza la conducta.
 
Paso 8
Ponte de acuerdo con los demás cuidadores y sé consistente en la aplicación de las normas. 
 
Si un adulto intenta contener la pataleta mientras que otro cede, confundirá al niño o niña que, en lugar de modificar su comportamiento, aprenderá a reconocer quienes le satisfacen ciertos caprichos y qué tiene que hacer para lograrlo.
 
Paso 9
Recuerda el valor del ejemplo. Los niños aprenden e imitan conductas de sus madres, padres y cuidadores. Evalúa cómo estás resolviendo los conflictos en casa.