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Junio 2, 2020

Ocho trucos para enseñar a niños y niñas a cuidar el medio ambiente desde casa

Ocho trucos para enseñar a niños y niñas a cuidar el medio ambiente desde casa
Las actividades cotidianas y las rutinas diarias son momentos ideales para incentivar el cuidado y el uso eficiente de los recursos naturales. Y si lo haces divertido ¡mucho mejor!
Ocho trucos para enseñar a niños y niñas a cuidar el medio ambiente desde casa
No desperdiciar el agua, apagar las luces y los aparatos eléctricos cuando no se están usando, separar los residuos, reciclar y reutilizar, no maltratar a los animales, cuidar las plantas y usar las cosas hasta el máximo de su vida útil, etc. no solo son algunas formas de cuidar el medio ambiente. También son actitudes que los niños pueden y deben aprender desde sus primeros años de vida.

¿Cómo? Desde la cotidianidad y de la mano de hábitos personales como cepillarse los dientes, bañarse, hacer tareas, participar en los quehaceres del hogar o jugar.

Son, precisamente, esos momentos del día que involucran el uso de recursos naturales los que debes aprovechar para enseñarles a tus niñas y niños cuáles son esas acciones que parecen simples pero que tienen un gran impacto en el planeta.

Por  eso, aquí te damos algunas pautas para despertar la conciencia ambiental de tus niños desde casa

1. Sé un buen ejemplo

Los niños, niñas y adolescentes imitan los comportamientos de sus padres y cuidadores. De nada sirve que aprendan a reciclar en el jardín o el colegio, si en casa la familia mezcla toda la basura.

Tampoco tiene sentido que les digas a tus niños “no desperdicien agua” cuando te ven enjabonando la loza o afeitándote con la llave abierta.

El primer paso para enseñar a cuidar los recursos naturales es dar ejemplo.

2. Haz de la cotidianidad tu mejor aliada

Los hábitos diarios pueden ser el mejor aliado a la hora de educar en comportamientos responsables con el medio ambiente.

Por ejemplo, aprovecha la hora de la ducha, el lavado de manos y el cepillado de dientes para incentivar el ahorro del agua, explicando la importancia del recurso hídrico y cómo dependemos de este para vivir.

En este punto, puedes preguntar, por ejemplo, ¿has sentido sed? ¿Te imaginas que ya no hubiera agua para beber?

Lo mismo sucede con el ahorro de energía: apaga luces y desconecta los electrodomésticos que no se estén usando, en presencia de niños, niñas y adolescentes e invítalos a participar de manera lúdica.

Pueden crear retos como jugar a ser ‘el cazador de bombillos encendidos’ o ‘el guardián del ahorro’. De modo que el aprendizaje sea más divertido.

3. El mensaje con juego entra

Algunos pedagogos recomiendan juegos ecológicos y material didáctico que enseñan a cuidar el medio ambiente.  Busca cuentos y películas infantiles que hablen de las causas de la contaminación, la pérdida de bosques, la extinción de animales, etc.

Algunas opciones de películas animadas son: ‘Lorax. En busca de la trúfula perdida', ‘Wall-e’, ‘La era del hielo’, Buscando a Nemo’, o ‘El libro de la selva’

4. Clasificando ando

Ya no basta con enseñarles a no arrojar basura en la calle. Ahora, es necesario aplicar las 3 R: Reducir, Reciclar y Reutilizar.

Instala en tu hogar dos contenedores, canecas o bolsas plásticas de diferentes colores. Incluso, puedes pedirle a tu niño, niña o adolescente que elabore a su gusto los carteles para separar los residuos orgánicos (residuos de comida o biodegradables como servilletas usadas) y reciclables (papel, cartón, vidrio, latas, etc.).

Luego, permite que sean los niños quienes decidan qué tipo de desecho tienen en sus manos y en dónde depositarlo. El solo hecho de enseñarles cuál es la basura reciclable y cuál no, y dejar que sean ellos los que separen los residuos puede convertirse en una actividad muy divertida y pedagógica.

5. Cuidado de mascotas

Una buena alternativa para despertar en los niños, niñas y adolescentes el amor y la sensibilidad hacia el reino animal es por medio del cuidado de una mascota.

Delegar responsabilidades como la alimentación, la limpieza y el juego, les permite desarrollar sensibilidad, respeto y empatía por otras especies vivas.

6. ¡A reutilizar con creatividad!

Siempre que puedas, intenta con tu niño, niña o adolescente encontrarle un segundo uso a los objetos y materiales antes de desecharlos y explica como cada una de esas cosas consumió recursos naturales en su fabricación.

Por ejemplo, una hoja usada puede servir para dibujar o para imprimir por la otra cara, un envase plástico se puede convertir en un portalápices; una caja de cartón en una caja para guardar juguetes; un calcetín en un títere…de lo que se trata es de estimular la creatividad de los niños.

Por otro lado, es importante enseñarles a alargar la vida útil de los objetos. Incentiva el uso de los lápices de colorear y otros útiles escolares hasta su máxima expresión; las hojas libres de los cuadernos del año anterior pueden servir para hacer ejercicios, dibujos o figuras de origami; la ropa y los juguetes en buen estado pueden ser aprovechados por los hermanos menores o donados a fundaciones.

7. Reparar en lugar de botar

Debemos erradicar la cultura del usar y botar. Desde sus primeros años de vida los niños deben aprender a alargar la vida útil de las cosas. Por ejemplo, si se rompió un juguete enséñale a repararlo en lugar de comprar uno nuevo.

8. Cosechas lo que siembras

Es un ejercicio práctico que le permite al niño, niña o adolescente establecer un vínculo emocional con otro ser vivo.

Motívalo para que sea él quien plante la semilla y esté presente en todo su proceso de germinación y crecimiento, e incluso sea el responsable de regar la planta y de ayudar a abonar la tierra.

Si la planta produce frutos aún mejor, ya que el niño se hace consciente del origen de ciertos alimentos y valora lo que tiene en la mesa.