Si aún tienes dudas sobre cómo son los protocolos de bioseguridad y medidas de precaución en las unidades de servicio del ICBF, en el video podrás conocer la exitosa historia de uno de nuestros CDI en Cali, Valle del Cauca.
Además, puedes considerar los siguientes datos:
Además de estos datos, ten en cuenta que la reducción de las interacciones entre pares y el cambio radical en las rutinas que trajo consigo la pandemia, podría conllevar a que los niños y niñas estén en riesgo de desarrollar estrés tóxico, trastorno adaptativo, depresión, ansiedad, entre otros efectos en su salud física.
Además, puedes considerar los siguientes datos:
- Las niñas y los niños necesitan relacionarse con sus pares: de acuerdo con investigadores de la Universidad de Rotterdam y York, la no asistencia presencial a los entornos educativos puede tener efectos en el desarrollo de habilidades socioemocionales, bienestar y comportamiento. El entorno educativo es el espacio adecuado para lograr ese relacionamiento.
- La primera infancia es un momento único para el crecimiento y desarrollo a las niñas y niños: según el Banco Mundial, el cierre permanente de los entornos educativos puede aumentar la pobreza en el aprendizaje hasta en un 63 % debido a falta de rutinas, sedentarismo y falta de exposición a oportunidades de formación.
- La transmisión del virus es más baja en entornos escolares: así lo determinaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos. Eso sí, los protocolos de bioseguridad son obligatorios en espacios cerrados y en las unidades de servicio del ICBF son de estricto cumplimiento.
- El regreso a la presencialidad es garantía de una adecuada nutrición para las niñas y niños: según UNICEF, la niñez más vulnerable está sufriendo desnutrición debido al deterioro de la calidad de sus dietas a causa de la pandemia y sus medidas de contención.
- Las niñas y los niños en presencialidad son clave para la reactivación laboral de las familias: el DANE reportó que la pobreza monetaria es mayor en hogares con niñas y niños menores de 12 años, especialmente en hogares con más de tres niños (76,9 %).
Además de estos datos, ten en cuenta que la reducción de las interacciones entre pares y el cambio radical en las rutinas que trajo consigo la pandemia, podría conllevar a que los niños y niñas estén en riesgo de desarrollar estrés tóxico, trastorno adaptativo, depresión, ansiedad, entre otros efectos en su salud física.