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Agosto 23, 2021

La diversidad sexual en los y las jóvenes

La diversidad sexual en los y las jóvenes
La sexualidad nos acompaña todo el tiempo; las personas nos construimos como sujetos sexuales a lo largo de las trayectorias de vida, aprendiendo a vivir, sentir y ejercer la sexualidad.
La diversidad sexual en los y las jóvenes
«La belleza del universo no es solo la unidad de la variedad, sino también la diversidad en la unidad» escribió Umberto Eco en la conocida novela El nombre de la rosa. Cuando hablamos de diversidad sexual y de género, hacemos referencia a esas diferentes manifestaciones de la sexualidad humana, las cuales pueden relacionarse con comportamientos y formas de expresar el ser hombres y mujeres incluyendo formas de ser, vestir, hablar y establecer relaciones erótico- afectivas.  
 
La diversidad sexual reconoce que las personas podemos tener diferentes gustos y preferencias frente a la sexualidad; esta involucra la orientación sexual que hace referencia a la atracción emocional, afectiva y sexual que se tiene hacia otra persona y que puede darse hacia personas del mismo sexo/género (homosexualidad), del sexo/género opuesto (heterosexualidad) o hacia ambos sexos/géneros (bisexualidad) (ONU Mujeres, 2016). 
 
Asimismo, cuando hablamos de diversidad, también lo hacemos de la identidad de género. Esta es la percepción y expresión del propio género, es decir, cómo se identifica alguien independiente de su sexo biológico, lo que involucra su forma de ver y sentirse con su cuerpo; esto tiene que ver con la forma de vestir, hablar y comportarse, por ejemplo, en el caso de las personas transgénero.
 
A veces los y las jóvenes con orientaciones sexuales e identidades de género diversas viven discriminación y violencias en razón a sus gustos y preferencias, pues escapan a lo esperado o socialmente construido de cómo deben ser y comportarse hombres y mujeres, lo que les impide expresar libremente su ser y estar en el mundo.
 
Esta discriminación y violencia se materializa de diferentes formas y entre las más comunes están los prejuicios y estereotipos, por ejemplo:
 
  • Que la homosexualidad es una enfermedad que debe ser curada o una moda de los y las jóvenes.
  • Que hay espacios para que las personas con orientaciones sexuales diversas estén y otros no.
  • Que son promiscuos en el ejercicio de su sexualidad o son incapaces de establecer relaciones de pareja duraderas entre otros.
 
Es indispensable transformar estas dinámicas de exclusión y discriminación en razón a las orientaciones sexuales e identidades de género diversas; de igual forma, es clave que podamos reconocer y respetar las diferencias y diversidades y comprender que todos y todas tenemos derecho a vivir una sexualidad libre de prejuicios y discriminación.
 
Esto será posible si valoramos la diversidad humana como una oportunidad y reconocemos que existen diferentes formas para relacionarnos, sentir atracción, conformar parejas y expresarnos a través de comportamientos, vestimenta entre otros. Como lo consagra la Declaración Universal de Derechos Humanos, «todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos», así como toda persona tiene derecho a gozar de la protección prevista en el derecho internacional de los derechos humanos basado en la igualdad y la no discriminación.