El mundo de la cuarta revolución industrial nos plantea importantes retos.
No solo es necesario fortalecer habilidades asociadas al uso y apropiación de herramientas tecnológicas, adicionalmente, debemos trabajar en las habilidades esenciales que como seres humanos tenemos que reforzar para que esa interacción con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) incentive un desarrollo humano y sostenible.
 
Este fortalecimiento generará que las riquezas y potencialidades que se desprenden de nuestros territorios puedan verse robustecidas por esta revolución tecnológica y permitan reducir las brechas de desarrollo y conocimiento existentes.
 
Es fundamental que nuestros jóvenes cuenten con espacios donde se consoliden sus habilidades y competencias, para que su inclusión social y económica tenga lugar de manera armónica con las demandas actuales de la economía digital.
 
Para esto deben favorecerse espacios que incentiven la innovación, la creatividad, la co-creación y el trabajo en equipo en los jóvenes. De esta forma, a partir de una serie de experiencias, fortalecerán el rol que tienen como actores de cambio y tendrán herramientas que les ayudarán a estructurar proyectos concretos.
 
Esto desde la identificación y potenciación de sus talentos e intereses, hasta la identificación de los principales retos de sus territorios; aspectos que luego los conectarán con las megatendencias que están transformando el mundo en materia social, cultural y tecnológica y los acercarán a referentes de cambio e inspiración.
 
Los espacios generados desde la nueva Dirección de Adolescencia y Juventud del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) buscan promover los derechos de este grupo poblacional y unir esfuerzos en la generación de oportunidades para los adolescentes y jóvenes.
 
La formulación de estrategias para su desarrollo personal y social serán un pilar esencial para impulsar la creación de una sociedad que le apunte a transformaciones en la oferta de acompañamiento para la juventud, a través de la vinculación de elementos innovadores, y que potencie su rol como constructores principales. 
 
Desde esta nueva dirección del ICBF se fortalecerán los Centros Sacúdete y se invertirá en seis ‘Mega Sacúdetes’ que promoverán el talento juvenil para transformar sus realidades, entornos y comunidades, lo que garantizará un verdadero retorno social desde un pensamiento solidario e innovador.
 
El Gobierno Nacional, desde el ICBF, busca generar estos espacios para fomentar las habilidades de los jóvenes, dinamizar su inclusión productiva con enfoque diferencial y convertirse en un articulador asertivo de la oferta institucional existente en los territorios, a través de una metodología que combine elementos virtuales y de acompañamiento remoto que posibiliten llegar a lugares de difícil acceso de nuestra geografía como es el caso de la ruralidad dispersa.