Así como las normas representan una oportunidad de crecimiento colectivo de la familia, que favorece la convivencia y el desarrollo individual, las consecuencias que se deben asumir por incumplirlas también pueden ser formativas, favorecer la convivencia, promover el sentido crítico de hijos e hijas, incentivar su responsabilidad y autonomía.
Por esto, en Mis Manos Te Enseñan queremos compartir algunas ideas planteadas por la psicóloga, consultora, investigadora y docente Leonor Isaza Merchán, sobre cómo abordar, en familia, el incumplimiento de las normas y contribuir al desarrollo de relaciones democráticas

Las consecuencias deben tener sentido

Al igual que las normas acordadas, las consecuencias del incumplimiento de las mismas deben tener un sentido, de manera que su fin no sea producir dolor o castigar, sino buscar que las niñas, niños y adolescentes comprendan que las normas son la base para la convivencia y las relaciones entre las personas.

Las consecuencias también se pueden concertar

Si las normas se pueden acordar, las consecuencias que se deben asumir por su incumplimiento también pueden ser dialogadas y concertadas de manera que al participar, las niñas, los niños y los adolescentes tengan la posibilidad de pensar sobre lo sucedido y sus implicaciones. Ello les permite sentir que su opinión es válida, facilita su reflexión sobre las normas y sus consecuencias, contribuye a la comunicación en la familia y les enseña a opinar y a defender sus derechos en el marco de la búsqueda de consensos.

Las consecuencias son una oportunidad de aprendizaje en familia

Las consecuencias del incumplimiento de las normas son para toda la familia y no solo para las niñas, los niños y los adolescentes; nos permiten reforzar la idea de que todos los seres humanos nos podemos equivocar, que tenemos la oportunidad de aprender de los errores y de mejorar permanentemente nuestras relaciones, con lo cual se favorece la convivencia en la familia.

Las consecuencias deben ser reparadoras y restauradoras

El objetivo de las consecuencias por el incumplimiento de las normas no debe ser provocar dolor o frustración a las niñas, niños y adolescentes, sino arreglar o reparar los daños físicos o psicológicos que se hace a otras personas o a sí mismo. Adicionalmente, la reparación contribuye a disminuir los sentimientos de culpa en las niñas, los niños y los adolescentes.

Las decisiones se deben tomar en un ambiente de tranquilidad

Para facilitar que hijos e hijas comprendan la situación y evitar que como adultos descarguemos en ellos la ira o desesperación, de manera autoritaria y como castigo, resulta importante que las decisiones sobre las consecuencias del incumplimiento de la norma se tomen en un ambiente de tranquilidad, desde el diálogo, la reflexión y el respeto.

Las ideas presentadas hacen parte de la cartilla «Familia que decide unida permanece unida: relaciones democráticas al interior de la familia», elaborada por Leonor Isaza Merchán en el marco del apoyo técnico para la elaboración del material metodológico del programa Mi Familia del ICBF, brindado por el Programa Recursos Humanos para la Salud en 2030 (HRH2030 por sus siglas en inglés) a la Dirección de Familias y Comunidades del ICBF.