Conoce cómo contribuir al desarrollo del cerebro de tus hijos e hijas
A continuación, te contamos cómo se desarrolla el cerebro de los niños y las niñas en sus primeros cinco años de vida y cómo puedes ayudar a potenciar este desarrollo desde lo más familiar y cotidiano.
Por:
Andrés Cepeda y Jorge Cuartas
Fundación Apapacho - Universidad de Harvard
 
El cerebro es el responsable de muchas de las acciones y funciones del cuerpo que nos permiten vivir y desarrollarnos. No obstante, es importante que como padres, madres y cuidadores de los niños y las niñas sepamos lo que ocurre en este órgano durante sus primeros años de vida y cómo podemos contribuir a una estructura y funcionamiento cerebral saludables.
 
Para empezar, es importante saber que nuestro cerebro está conformado por unas células llamadas neuronas, por medio de las cuales se forman redes o circuitos neuronales. Estos circuitos son los responsables de las múltiples funciones que tiene el cerebro y es también por medio de estas conexiones que se van perfeccionando y adquiriendo habilidades necesarias para el desarrollo.
 
Sin embargo, nuestros cerebros no vienen listos o completamente formados cuando nacemos. Por el contrario, nuestra estructura cerebral se sigue construyendo según el medio y las experiencias que vivimos. Durante los primeros 5 años de vida, por ejemplo, se forman una gran cantidad de conexiones entre las neuronas, donde más de un millón de nuevos circuitos aparecen y hacen posibles habilidades como:
 
  • Ver y escuchar.
  • Mover manos y pies.
  • Coger objetos con las manos y lanzarlos.
  • Reconocer a los padres o a los cuidadores principales.
  • Jugar, sonreír e interactuar con los demás.
 
Para poder entender mejor la forma en la que evolucionan los circuitos neuronales, imaginemos que la estructura del cerebro se construye de forma similar a la de una casa en la que hay planos, materiales y diseño:
 
Genes como los ‘planos’ de la estructura cerebral: así como los planos de una casa le permiten saber a un albañil cómo será la estructura que debe seguir para conseguir el modelo final, de esa misma manera los genes traen la información para que las neuronas construyan las estructuras del modelo esperado del cerebro. Esta información genética o planos se encuentran en los núcleos de nuestras células y neuronas y están allí desde el momento en que nacemos.
 
Ambiente como los materiales de la estructura cerebral: para construir la casa, además de los planos, se necesitan materiales de muy buena calidad que permitan una estructura resistente. Las condiciones del entorno que rodean a niños y niñas como son la nutrición, el cuidado por parte de sus cuidadores, el afecto que existe hacia ellos y la estimulación que reciben, son parte fundamental de los materiales que permiten una estructura cerebral adecuada.
 
Experiencias como el diseño de la estructura cerebral: una vez están listos los planos y los materiales, los albañiles empiezan a construir según el diseño que mejor se adapte a las necesidades. De esa misma manera, las experiencias que viven los niños y las niñas contribuyen en el diseño del cerebro que se desarrolla y adecúa a las necesidades del medio en el que ellos se encuentren. Un claro ejemplo de esto es la adaptación que tiene lugar para que los niños y las niñas puedan adquirir su lengua materna. No es lo mismo, por ejemplo, el desarrollo neuronal del lenguaje de un niño o niña que tiene como lengua materna el español al que tiene como lengua materna el japonés.
 
Por esta razón, el ambiente y las experiencias que les brindemos a los niños y las niñas tienen un impacto profundo en su desarrollo cerebral. Los ambientes donde existen nutrición adecuada, lugares seguros y cuidadores sensibles y responsables en su rol, son señal de “materiales de buena calidad” para el desarrollo de la estructura cerebral. 
 
Las experiencias en las que los niños y las niñas sienten tranquilidad, seguridad, amor y protección conducen al desarrollo pleno del cerebro y estimulan el sano desarrollo de habilidades para la vida como lo son la lectura, la escritura, el pensamiento lógico, habilidades sociales y la regulación emocional.
 
¿De qué manera los padres, madres y cuidadores de los niños y las niñas pueden contribuir a un desarrollo cerebral pleno?
 
  • Teniendo un trato cariñoso, respetuoso y comprensivo.
  • Protegiendo su integridad física y psicológica.
  • Permitiendo que jueguen y exploren el medio que los rodea.
  • Hablándoles, cantándoles, leyéndoles cuentos y escuchándolos.
  • Mostrándoles cosas interesantes del medio en el que se encuentran.
  • Jugando, sonriendo y divirtiéndose con ellos.
  • Expresando amor y ayuda en momentos donde sienten rabia, tristeza o miedo.
  • Expresándoles cariño con palabras y acciones como el contacto físico y los abrazos.
  • Brindándoles una sensación de calma y seguridad en momentos de estrés.
 
Si como padres, madres y cuidadores garantizamos experiencias saludables, respetuosas, cariñosas, que generen interés y permitan la exploración, estaremos garantizando la construcción de una estructura cerebral saludable.
 
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