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Agosto 3, 2022

Cuidar la salud mental durante el embarazo

Cuidar la salud mental durante el embarazo
Si eres una mujer en embarazo, acompañante, familiar o cuidador de una, seguramente este tema te ha llamado la atención alguna vez, ya sea porque existe algún antecedente de enfermedades mentales, porque estés tomando algún medicamento y te preocupe suspenderlo o porque aunque nunca hayas tenido alguna condición mental específica, tengas temores de que puedan exacerbarse en este periodo.
Cuidar la salud mental durante el embarazo
Durante el periodo de gestación, 10 a 15 de cada 100 mujeres padecen depresión o ansiedad, pero ¿de qué depende que la salud mental pueda verse afectada durante este periodo?
  • Antecedentes de enfermedad mental y si está o estuvo en tratamiento
  • Acontecimientos estresantes en su vida y sus sentimientos con respecto a su embarazo.
Muchas mujeres también se preocupan por cómo enfrentar el hecho de tener un bebé y esto puede desencadenar en ansiedad. Muchas de las preocupaciones son los cambios sobre sus roles (convertirse en madre o dejar de trabajar), cambios en las relaciones con las personas cercanas, temores por la salud del bebé, el embarazo o en el parto, falta de apoyo o el miedo a encontrarse sola.   

Por esta razón, un aspecto importante es apoyar a las mujeres embarazadas a adquirir capacidad de adaptación y desarrollar estrategias para lidiar con diferentes situaciones para promover la salud y el bienestar. Tener capacidad de adaptación permitirá además administrar la ansiedad y el estrés, reducir el miedo asociado con el parto y mantener la salud y el bienestar en la transición hacia la maternidad.

Por ejemplo, cuando una persona tiene ansiedad o está estresada, manifiesta varios síntomas físicos como tensión muscular, mareos, dolores de cabeza, palpitaciones, problemas gástricos y urinarios, agitación, insomnio. Durante el embarazo, los niveles de cortisol altos pueden aumentar la posibilidad de que la mujer tenga presión arterial alta, preeclampsia, alteraciones del crecimiento intrauterino, parto prematuro o un parto complicado.

Por lo tanto, es muy importante también autoobservarnos y aprender diferentes estrategias que permitan mejorar la salud, no solo de la madre sino también del bebé que viene en camino.
 
¿Cómo puedo mantener mi salud mental y bienestar emocional durante el embarazo?
  • Comer bien, sano y equilibradamente.
  • Dejar de ingerir alcohol y de fumar. 
  • Buscar un tiempo cada semana para hacer algo que disfrutas te ayude a relajar.
  • Dejar que familia y amigos ayuden con la limpieza de la casa, las compras, entre otros.
  • Hacer ejercicio especializado para la etapa del embarazo en la que te encuentras.
  • Consulta todas las dudas que tengas con el médico, partera u obstetra, tu familia y un psicólogo o psicóloga de confianza. 
 
Práctica de mindfulness que puedes hacer en cualquier momento: comer atentamente una fruta. (Ejercicio extraído de Maternal Mente, mindfulness para un embarazo y crianza conscientes de Andrés Martín Asuero y M. Teresa Oller).
Desde el equipo de «Sanar para crecer», te damos una práctica muy sencilla que te ayudará a mantener tu bienestar emocional durante el día, al mismo tiempo que te alimentas de forma consciente y saludable para ti y tu bebé:

Busca un lugar cómodo y tranquilo, libre de distracciones; aleja tu celular y cualquier fuente de ruido. Cuando estés lista, toma una fruta y revísala con interés y curiosidad, como si fuera la primera vez que la ves; vas a proceder a explorarla con todos tus sentidos:
  • Céntrate primero en su aspecto, observa su forma, tamaño, observa su textura y superficie.
  • Acércate la fruta a la nariz y huele con atención; no importa si el olor es agradable o desagradable. Deja flotar ese pensamiento y mantén el interés en la fruta.
  • Lleva la fruta tu oreja, presiónala suavemente y escucha atentamente los sonidos.
  • Ahora acerca la fruta a tu boca, poniendo atención a los movimientos que tu cuerpo realiza para esta acción; antes de masticar, presta atención a las sensaciones de la fruta en tu boca, por ejemplo, el roce con la lengua y el paladar, la salivación y el sabor que desprende. Después muerde la fruta y toma consciencia del movimiento y el sabor que se libera después de morderla. Observa los sabores que quedan después de tragar, cuáles desaparecen antes y cuáles perduran.
  • Finalmente date las gracias por permitirte experimentar el alimentarte atentamente y practícalo con otros alimentos y comidas.