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Octubre 14, 2021

Construyendo «sobre hombros de gigantes»

Construyendo «sobre hombros de gigantes»
¿Te has preguntado cuántas experiencias ha vivido alguien que hoy tiene 60 o más años? ¿Cuántas reflexiones y aprendizajes puede haber acumulado? Se trata de personas que han presenciado grandes transformaciones sociales, que han sido testigos del impacto de los vertiginosos avances de la tecnología, la medicina y la ciencia en general, y que también han transitado por momentos históricos confusos y difíciles generados por los múltiples conflictos que ha atravesado nuestro país.
Construyendo «sobre hombros de gigantes»
En Mis Manos Te Enseñan compartimos las siguientes reflexiones y les invitamos para que las lean, comenten en familia y exploren las vivencias, sentires y experiencias que le han permitido a las personas mayores de la familia formar sus propias vidas, aportar a la construcción de la historia familiar y contruibuir en diferentes espacios de la sociedad.

Estas personas que hoy tienen más de 60 años saben lo revolucionario que ha sido el hecho de que muchas enfermedades, antes mortales, ahora puedan curarse o manejarse; lo definitivo de contar con herramientas diagnósticas como pruebas de laboratorio, rayos X, ecografías, TAC, entre otras; supieron del surgimiento de intervenciones sofisticadas como el trasplante de órganos o la inseminación artificial; pudieron asombrarse de primera mano con los desarrollos en genética y probablemente bromearon con la historia de la «oveja Dolly»… ¿La oveja qué?

Es posible que hayan visto en directo, por televisión, la transmisión de la llegada de los primeros astronautas a la luna, los avances en la carrera espacial… que hayan vivido el paso de la máquina de escribir al uso de computadoras y hayan sido testigos fehacientes del cambio radical en la información y la comunicación que ha representado la internet.

Habrá entre ellos quienes recuerden cómo era su vida o la de sus padres o abuelos cuando en Europa y el Pacífico se desarrollaba la Segunda Guerra Mundial, sabrán de los personajes, los discursos, los años de posguerra… posiblemente otros tengan presentes las tristes lecciones, algunas aún por aprender, de las dictaduras en Latinoamérica, así como los «nobles propósitos» con que se originaron y sostuvieron guerras más lejanas como las de Corea, Vietnam y el Golfo Pérsico… quizás algunos tengan historias que contar sobre lo que significó la disolución de la Unión Soviética, la finalización del apartheid en Sudáfrica, la creación de la Unión Europea… los retos y discusiones en torno a las crisis de refugiados, a la primavera árabe, al Brexit, o sobre la información filtrada a través de Wikileaks… En fin, habrá entre ellos muchos que puedan darnos contexto para entender…

Ya en el orden de Colombia, posiblemente algunos de estos adultos mayores nacieron poco después del «Bogotazo» y del inicio de «La violencia» o, quizás, en pleno «Frente Nacional»; puede ser que se cuenten entre las primeras mujeres en la historia del país en acudir a las urnas para ejercer su derecho al voto o pudieron presenciarlo; seguramente se enteraron del surgimiento de grupos guerrilleros, saben de la vida bajo el «Estatuto de Seguridad Nacional”, así como sobre las condiciones que permitieron la organización de grupos de autodefensa… quizás recordarán dónde se encontraban cuando García Márquez fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura, así como el momento en el que escucharon la noticia de la toma del Palacio de Justicia… seguramente se dolieron «en directo» del desastre de Armero, elevaron a Dios una plegaria por «Omaira»… posiblemente participaron en la primera elección popular de alcaldes o saben del miedo que significó enterarse, a través de investigaciones periodísticas, sobre la incursión del narcotráfico en la política y en las instituciones; del horror del terrorismo, pero también de la esperanza dada por el movimiento estudiantil de «la Séptima papeleta»; del nuevo acuerdo político para la Asamblea Constituyente y de la construcción conjunta de la Constitución Política Nacional... conocerán sobre el contexto del conflicto armado y de los procesos de paz, sabrán de hipótesis y situaciones sociopolíticas en torno a crímenes contra periodistas y candidatos presidenciales… habrán amanecido un día con la triste noticia del asesinato de Jaime Garzón y, lamentablemente, también habrán sabido de la muerte de tantos otros personajes prominentes de la historia reciente, de tantos líderes políticos y sociales… habrán conocido o encarnado a algunas de las más de 9 millones de víctimas del conflicto armado en nuestro país… En fin, habrá entre ellos quienes puedan ofrecernos elementos para reconstruir identidad e intentar construir sentido…

Desde otras perspectivas, un adulto mayor de hoy bien sabe lo que significaron en la vida de personas, familias y comunidades, los avances en materia de educación, el ingreso de las mujeres al mercado laboral, la invención de los métodos anticonceptivos, la reducción del número de integrantes de los hogares… el abandono del campo y el crecimiento de la población en las ciudades, generados unas veces por la búsqueda de oportunidades, otras como resultado de migraciones por razones de seguridad, desplazamientos, muchas veces, forzados al interior del país o hacia el exterior… 

Y, cuántas variadas anécdotas, cargadas de sentimiento y sentido, podrán reservar nuestros adultos mayores sobre las trasformaciones de usos y costumbres… la inauguración de la televisión en Colombia, la religiosidad que ha enmarcado las visitas de tres pontífices a nuestro territorio, la gran apropiación que existía de las plazas y las calles como zonas de encuentro y juego… los cambios en el clima, en el vestuario, en las celebraciones… la música que se escuchaba y se bailaba, el uso de discos de vinilo, el paso a casetes y luego a CD, mucho antes de la reproducción vía streaming… lo que ha sido el devenir del cine, de los programas de televisión, de la literatura y de tantas transformaciones en las artes… los antecedentes de hazañas deportivas de nuestro país, como el empate 4 - 4 Colombia - Rusia en el mundial de fútbol de Chile, el título mundial en boxeo de Pambelé y, años más tarde, el del «Happy Lora»; el título de Lucho Herrera en la vuelta a España y el histórico 5 – 0 en el partido  entre Colombia y Argentina…

Ni qué decir de cuánto pueden compartirnos sobre el saber derivado del desempeño de su propia ocupación u oficio, así como sobre nuestra propia historia familiar y la de nuestro territorio, la de nuestro pueblo o nuestro barrio… Diversas versiones de los hechos que coexisten y no por eso son menos ciertas… En fin, ¡cuánto podríamos recibir y aprender sobre nosotros mismos a partir de las reflexiones, opiniones, decisiones, pensares y sentires de los adultos mayores sobre la hhistoria, en general, y sobre las otras ¡múltiples historias!

Ahora bien, si naciste en 1991 o antes, con algo de suerte, en 2050 tú serás entonces un adulto mayor, y lo serás junto con unos 1.800 millones de personas en el mundo, más del 20 % de la población total de nuestro planeta.

Naciones Unidas afirma que, en la actualidad, en el mundo, la población de personas mayores de 65 años es superior que la de niños menores de 5 años. De acuerdo con las proyecciones, justamente, estamos cursando la transición hacia el momento en el que habrá más adultos mayores que niños, niñas y adolescentes en todo el planeta. En nuestro país la proyección es que esto ocurra hacia el año 2040.

Con la reducción de la natalidad y de la mortalidad, en los últimos 60 años la población de Colombia se ha incrementado cerca de tres y media veces, pasamos de ser 12 millones a ser 50 millones de personas, donde apenas el 20 % es población rural. Por otra parte, a pesar de la violencia que hemos padecido, la esperanza de vida al nacer en nuestro país pasó de una media de 50 años en 1950, a una media proyectada de 78 años para 2020. De acuerdo con esas proyecciones de población del DANE, se estima que hoy hay en Colombia cerca de 7 millones de personas adultas mayores.

La longevidad es definitivamente una victoria de la humanidad, pero puede convertirse en un triunfo vacío si la cantidad de años que alcanza a vivir una persona no va acompañada de calidad de vida, bienestar y de interacciones significativas.

El éxito de una sociedad bien podría medirse por la calidad de vida de sus integrantes más vulnerables. Lamentablemente, dada la absurda tendencia de establecer jerarquías a partir de las diferencias, muchas de las condiciones de vulnerabilidad pueden generar discriminación, establecer relaciones de competencia y situar por debajo a aquellos identificados como distintos por su procedencia, pertenencia étnica, condición de discapacidad, sexo, género y, también, por razones de edad. Precisamente, la discriminación negativa basada en criterios de edad es lo que denominamos «edadismo».

Adulto mayor es una categoría con la que se pretende abarcar un grupo de población muy extenso y diverso, con acumulaciones vitales y trayectorias muy distintas. No se trata de idealizar a todo aquel que alcance cierta edad, pero sin lugar a dudas tenemos que superar el estereotipo negativo que asocia al adulto mayor con un ser pasivo, dependiente y con gran pérdida de capacidades físicas y mentales, cuando lo cierto es que las personas envejecen a distintos ritmos y de múltiples maneras; eso sí, acumulando experiencia y conforme a los eventos, oportunidades y trayectorias que hayan trasegado a lo largo de su propia vida. De hecho, es innegable que en la vivencia de la vejez también se refleja el cúmulo de desigualdades sociales, económicas, culturales y de género.

Si no asumimos la longevidad como un logro deseable sino como un problema, será difícil plantearnos los desafíos que trae consigo. De muchas maneras, los adultos mayores de hoy son sobrevivientes, encarnan experiencia y esperanza y proyectan un camino que nos reta para construir, desde un criterio básico de dignidad, nuestro propio futuro.
En tal sentido, sería bueno que desde ahora te preguntes, ¿cuándo – en qué año – voy a tener 60 años?, ¿cómo imagino que será el mundo entonces?, ¿cómo creo que debería ser?...

Si lo piensas, la manera cómo querrías y deberías ser tratado cuando seas más viejo, se construye desde hoy, para ti y para los demás. Entonces, ¿qué mejor base que la experiencia y el saber de los adultos mayores de hoy para aprender y cimentar ese entorno de condiciones propicias para la vejez?, ¿acaso no son ellos a quienes debemos y podemos preguntar directamente sobre cómo están siendo tratados?, ¿no son ellos quienes saben cuáles están siendo efectivamente sus libertades y oportunidades?, ¿qué nos ha enseñado la pandemia del coronavirus al respecto?... Por eso, es absolutamente pertinente recordar que toda mejor versión y entendimiento de lo humano no ha procedido de la nada, sino que se ha construido «sobre hombros de gigantes».