Imagina lo aburrido que sería que todas las personas fueran iguales…
Sin embargo, esa riqueza (la diferencia) nos lleva a que se puedan presentar conflictos. El desafío entonces que tenemos como individuos y como sociedad es tramitar esos conflictos de una manera armónica y pacífica. Solo viviendo en paz se pueden garantizar los derechos de todas y todos. En ambientes de convivencia hostiles y violentos, la posibilidad de sobrevivencia de las personas es baja y su vulnerabilidad muy alta.
Por ello, convivir en paz es el gran objetivo para vivir en tranquilidad, felicidad, armonía y en derechos.
Pero ... ¿cómo lo logramos una convivencia pacífica?
Para que podamos vivir pacíficamente, se requiere que entre todas y todos nos respetemos, reconozcamos que somos diferentes y diversos, pero a la vez que todos merecemos vivir. Es así como es necesario que:
Entre todas y todos, con pequeñas acciones y la gran motivación que implica la paz, logramos una convivencia pacífica. Y tú ¿cómo quisieras aportar?
Sin embargo, esa riqueza (la diferencia) nos lleva a que se puedan presentar conflictos. El desafío entonces que tenemos como individuos y como sociedad es tramitar esos conflictos de una manera armónica y pacífica. Solo viviendo en paz se pueden garantizar los derechos de todas y todos. En ambientes de convivencia hostiles y violentos, la posibilidad de sobrevivencia de las personas es baja y su vulnerabilidad muy alta.
Por ello, convivir en paz es el gran objetivo para vivir en tranquilidad, felicidad, armonía y en derechos.
Pero ... ¿cómo lo logramos una convivencia pacífica?
Para que podamos vivir pacíficamente, se requiere que entre todas y todos nos respetemos, reconozcamos que somos diferentes y diversos, pero a la vez que todos merecemos vivir. Es así como es necesario que:
- Nos escuchemos, nos apoyemos, construyamos tejido social basado en la solidaridad, la protección, cooperación y buen trato.
- Nos reconozcamos como personas con emociones, permitiéndonos así identificar lo que sentimos y canalizar nuestras respuestas de manera asertiva.
- Seamos empáticos; esto quiere decir que podamos reconocer que las otras personas también sienten y que se pueden ver afectadas por mis acciones o mis respuestas. Ser capaz de ponerme en lugar de los otros para comprender sus emociones.
- Tener buen trato con quienes nos relacionamos; no caer en la trampa de replicar acciones que puedan herir, humillar o hacer sentir mal a los demás, esto implica no validar a quienes sí lo hagan.
Entre todas y todos, con pequeñas acciones y la gran motivación que implica la paz, logramos una convivencia pacífica. Y tú ¿cómo quisieras aportar?