| Definitivamente, las herramientas digitales se han convertido en las mejores aliadas para continuar con nuestras actividades y mantenernos en contacto durante esta emergencia sanitaria. Así mismo, son una fuente de entretenimiento para grandes y chicos. Sin embargo, y pese a todas sus ventajas, el acceso a las tecnologías sin el acompañamiento adecuado y sin la formación en su uso responsable puede exponer a los menores de edad a diversos riesgos digitales, especialmente ahora que ellos deben utilizarlas con mayor frecuencia para continuar con sus actividades académicas. Por eso, es fundamental que comprendas a qué riesgos se enfrentan tus hijos cuando navegan por internet. De esta forma, podrás tomar las medidas pertinentes en tu hogar para protegerlos, permitiéndoles disfrutar de las oportunidades que ofrece la era digital de modo seguro y responsable. Tipos de riesgos digitales y cómo evitarlos Riesgos de contenidos Se generan cuando una niña, niño o adolescente está expuesto a contenidos inapropiados para su edad tales como imágenes sexuales, pornográficas o violentas; mensajes racistas, discriminatorios o que incitan al odio y a la barbarie; y sitios web que promueven conductas peligrosas, como las autolesiones, el suicidio, la bulimia y la anorexia. En este caso, la actividad de la niña, el niño o el adolescente es netamente pasiva. Ellos no buscan el contenido, sino que este le puede aparecer automáticamente cuando está navegando en internet haciendo que vea, sin que sea su intención, un contenido inapropiado para su edad. Para evitar que esto ocurra activa la configuración de bloqueo de ventanas emergentes en los dispositivos electrónicos. Así mismo, podrás instalar sistemas de controles parentales que permiten bloquear páginas web para adultos o sitios no seguros, controlar el navegador web y limitar los contenidos a los que los niños y adolescentes pueden acceder. Riesgos de conducta Este tipo de riesgos se generan cuando una niña, niño o adolescente participa en un contacto que puede terminar siendo peligroso o que puede generar un contenido riesgoso. Dentro de estas conductas está: -El ciberacoso: uso de las TIC para desarrollar acciones hostiles, deliberadas y repetitivas con la intención de provocar daño, humillación o vergüenza a otros mediante el envío o de contenido negativo, perjudicial, falso o cruel sobre otra persona. -El sexting: constituye el envío de mensajes, fotos o vídeos con contenido erótico y sexual personal a través de dispositivos tecnológicos mediante aplicaciones de mensajería instantánea, redes sociales o correos electrónicos. Este comportamiento conduce a otros riesgos como la sextorsión (una forma de extorsión o chantaje a partir de los contenidos enviados) o pueden terminar siendo material de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes. |
-Los retos de ciberinducción al daño: son desafíos virales a través de los cuáles se induce a una niña, niño o adolescente a hacerse daño a sí mismo, a otra persona o a una comunidad.
¿Cómo evitar los riesgos de conducta? Hay algunas estrategias que puedes aplicar en casa:
-Dialoga con las niñas, niños y adolescentes sobre las normas de convivencia aplicadas al entorno digital: el respeto por los demás y por sí mismo, el derecho a la privacidad, la tolerancia, la cortesía y el buen trato.
-Motiva reflexiones acerca de la privacidad. Es importante que le expliques a niñas, niños y adolescentes qué tipo de información pueden hacer pública, cuál es la información privada que solo deben compartir con unas cuántas personas (familiares y amigos cercanos) y cuál es la información íntima que solo les pertenece a sí mismos y que no deben compartir en internet.
| Establece, mediante acuerdos, horarios de conexión y límites de uso de las tecnologías en casa que apliquen para todos los miembros del hogar. Riesgos de contactos Estos riesgos se producen cuando una niña, niño o adolescente participa en una interacción riesgosa con un adulto. Algunos de estos riesgos son: -Grooming: son las acciones con fines sexuales de las que son víctimas niñas, niños y adolescentes en el entorno digital. Una de las formas que suelen utilizar los agresores sexuales es crear perfiles falsos para ganarse la confianza de un menor de edad con la intención de seducirlo, manipularlo, incitarlo a involucrarse en actividades sexuales y luego violentarlo sexualmente. - Phishing: es un delito cibernético que utiliza la mentira y el engaño para robar datos personales que pueden terminar en suplantación de identidad o robo. Para prevenir riesgos digitales como estos desarrolla las siguientes acciones en tu hogar: -Establece acuerdos sobre los contactos que la niña, el niño o el adolescente puede agregar a sus redes sociales (familiares, compañeros y amigos del colegio, amigos de sus amigos). -Enséñales a identificar cuáles son las características de los perfiles de los agresores en una red social: *Tienen muy pocas fotos y, por lo general, son grupales para no ser fácilmente identificados *Realizan pocas publicaciones y en largos periodos de tiempo (cada 20 días o un mes) *Solo se conectan en horas de la noche; y su círculo de amigos suelen ser niños o adolescentes (raramente tienen adultos agregados). -Dialoga sobre las actitudes sospechosas: hazles desconfiar de contactos desconocidos que les pidan fotos, datos personales o los inciten a realizar algún tipo de acto sexual. Pídeles que te cuenten cuando una situación de esa naturaleza se presente. Acompañamiento parental, el mejor escudo de protección Recuerda que más allá de la vigilancia y el control, lo que necesitan niñas, niños y adolescentes es un acompañamiento basado en la confianza y el diálogo. Empieza por crear espacios donde te muestres interesado por los gustos, prácticas y actividades de tus hijos en internet. Pídeles, por ejemplo, que te enseñen a abrir una cuenta en una red social y ve haciendo preguntas que te permitan identificar posibles riesgos como “¿y tú cómo agregas nuevos amigos?”, “¿qué hago si alguien que yo no conozco chatea conmigo?”, y “¿qué debo hacer si esa persona me pide que le envíe una foto?”. Según las respuestas que te dé la niña, el niño, o el adolescente, podrás iniciar una reflexión constructiva y amable, sin señalamientos ni acusaciones. Esto permitirá abonar el terreno para que, cuando se presente una situación que le haga sentir incómodo, avergonzado o temeroso, recurra a ti con toda confianza. |



















