Cada niña y niño tiene una chispa, una huella indeleble que lo hace único. Todos somos diversos.

A continuación, queremos compartirles algunas pistas que pueden apoyar a madres, padres, familias y cuidadores a acompañar a niñas, niños y mujeres gestantes a disfrutar de la diversidad y promover su protección:

- No debemos esperar que todas las niñas y los niños se relacionen de la misma forma. Esto pasa por reconocer su propio proceso de desarrollo desde sus capacidades, al tiempo que se evitan calificativos y comparaciones que los hagan sentirse menospreciados o avergonzados por aquello que los hace únicos y particulares.

 

- Desde sus posibilidades hay niñas y niños que se conectan mejor con su mundo a través de los olores, otros lo hacen desde la conversación y con preguntas, otros son muy visuales y necesitan de muchas imágenes para entender lo que pasa o requieren sentir con su piel lo que les rodea para apropiarlo mejor. En fin, existen múltiples formas de aprender por eso no podemos esperar que todos lo hagan de la misma forma.

 

- Las capacidades y formas de ser y estar de niñas, niños y mujeres gestantes están vinculadas con la historia familiar y comunitaria del entorno que les rodea, de allí que sea importante generar espacios donde se conozcan dichas historias y se reflexione sobre las mismas para entender lo que ellas y ellos viven actualmente e incluso, lo que necesitamos cambiar para disfrutar más de la diversidad.