Cundinamarca
JULIO ROBERTO JIMENEZ ARIAS
JULIO ROBERTO JIMENEZ ARIAS
YANETH MILENA PEREZ RIVERA
YANETH MILENA PEREZ RIVERA
JEAN CARLO TORREALBA
WILMER RICARDO MURCIA GARZON
MILENA RODRIGUEZ HERRERA
Cuando la esperanza vuelve a florecer: la historia de Nikol Sarita
En un rincón tranquilo de la Fundación El Lugar, en Cundinamarca, una joven sonríe mientras acomoda con esmero los frascos de mermelada artesanal que ella misma elaboró. Sus manos, firmes y seguras, son el reflejo de una historia que cambió su rumbo. Esa joven es Nikol Sarita Pita, y su historia no empezó entre risas ni dulzura, sino entre silencios, heridas y la sensación de haber perdido su propio camino.
Llegó a la fundación en un momento difícil, cargando más preguntas que certezas. La tristeza la había ido aislando del mundo, hasta que el acompañamiento de los profesionales del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), a través del Proyecto Sueños, le permitió comenzar un proceso de sanación y redescubrimiento.
Entre conversaciones, talleres y espacios de confianza, Sarita encontró algo que creía perdido: la posibilidad de volver a creer en sí misma. Con el tiempo, esa semilla de esperanza empezó a germinar. En las aulas retomó el entusiasmo por aprender; en los espacios terapéuticos, la capacidad de reconocerse valiosa; y, en los encuentros con otras adolescentes, la empatía y el respeto por las historias compartidas. Su sonrisa, antes tímida, se volvió símbolo de resiliencia.
Una de las experiencias que más marcaron su proceso fue su participación en el emprendimiento «Frutos del Lugar», una iniciativa productiva creada dentro del hogar para fortalecer las habilidades de los adolescentes. Allí, Sarita descubrió su pasión por crear, experimentar y soñar con propósito.
El olor a frutas, el sonido de las ollas y la emoción de ver su trabajo convertido en producto tangible la conectaron con una sensación nueva: la del logro. Con disciplina y liderazgo, ayudó a mejorar procesos, propuso ideas y contagió entusiasmo entre sus compañeras.
Su dedicación la llevó a representar el emprendimiento en la Cumbre Internacional de Emprendimiento Infantil y Juvenil, realizada en Chía, donde fue reconocida con el premio Best Pitch Juvenil 2025. Aquel momento no fue solo un triunfo personal, sino el símbolo de una vida que decidió reconstruirse desde la fe y la voluntad.
Hoy, Nikol camina con paso firme y habla de sus metas con una serenidad que conmueve. Sueña con estudiar gastronomía y abrir un pequeño negocio donde pueda emplear a otras jóvenes que, como ella, buscan una segunda oportunidad. «He aprendido a transformar el dolor en fortaleza, a creer en mí misma y a inspirar a quienes me rodean», dice con una mirada que ya no teme al futuro, sino que lo abraza con gratitud.
Su historia es una de tantas que florecen bajo la protección y el acompañamiento del Bienestar Familiar. Es el testimonio de lo que ocurre cuando la atención integral, el afecto y las oportunidades se encuentran con el deseo de renacer.
Desde el Bienestar Familiar se reconoce el proceso de Nikol Sarita Pita como un ejemplo inspirador del poder transformador del cuidado y la esperanza. Porque, como ella misma lo demuestra, cada historia puede volver a florecer cuando se riega con amor, acompañamiento y propósito.






















