Huertas de Paz del Bienestar Familiar fortalecen procesos de justicia restaurativa
Adolescentes y jóvenes vinculados a las modalidades no privativas de la libertad (Intervención de Apoyo y Libertad Asistida Vigilada) en el departamento de Sucre, han encontrado en las plantas una metáfora de sus propias vidas: desde su llegada, han estado cultivándolas con el acompañamiento del Bienestar Familiar (ICBF).
Esta transformación se evidencia desde el inicio del programa Huertas de Paz, una iniciativa que hace parte del Proyecto Sueños del Bienestar Familiar, que busca fortalecer procesos de formación integral y reintegración social a través de la agricultura urbana.
Los participantes establecen una conexión simbólica entre su crecimiento personal y el desarrollo de las plantas. Reconocen que, al igual que una semilla necesita abono, cuidado y dedicación para florecer, ellos también requieren apoyo para avanzar. En este proceso, el Instituto representa ese abono esencial que les permite crecer como personas y como ciudadanos capaces de aportar positivamente a la sociedad.
El curso, desarrollado en el espacio de Huertas Caseras, combina sesiones teóricas y prácticas en las que aprenden a preparar la tierra, sembrar, producir y cosechar. Esta experiencia no solo les brinda conocimientos técnicos, sino que también promueve valores como la responsabilidad, el trabajo en equipo y el respeto por el entorno.
Huertas de Paz se enmarca en las estrategias de inclusión y acompañamiento psicosocial que promueven la justicia restaurativa y la prevención de la reincidencia, y les ofrece herramientas para construir una vida autónoma y productiva. Así lo expresa Cristian, uno de los participantes: «Lo que aprenda aquí me va a servir para mi proyecto de vida. Para tener mi sembrado en casa o, si quisiera montar un negocio, ya tengo las bases para hacerlo», afirma con convicción.
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