La iniciativa promueve el reconocimiento de las prácticas, saberes y valores del campesinado en la garantía de derechos de niñas, niños, adolescentes y familias rurales, integrando la cultura como eje fundamental de la atención integral.
Este modelo se implementa en articulación con la Federación de Usuarios Campesinos del Cauca (ANUC FEDEANUC), organización que agrupa miembros de doce municipios: Silvia, Piendamó, Caldono, Morales, Cajibío, Padilla, Patía, El Tambo, Timbío, Bolívar, Rosas y Popayán.
FEDEANUC trabaja en la organización, formación y representación del campesinado caucano, actuando como interlocutor y órgano consultor ante las instituciones para defender y reivindicar sus derechos sociales, económicos, ambientales y culturales.
El modelo propio campesino inicia con 1.050 cupos distribuidos en los municipios de El Tambo, Piendamó–Tunia, Timbío, Silvia, Caldono y Patía, con 42 unidades de atención, y una inversión inicial de más de 1.700 millones de pesos.
La estrategia garantiza el desarrollo integral de niñas y niños desde la gestación hasta los cinco años, a partir de educación inicial con enfoque de ruralidad y campesinado, fortaleciendo las capacidades de las familias y comunidades en prácticas de cuidado y crianza, y promoviendo el reconocimiento de su identidad y cultura.
«El reconocimiento campesino es una apuesta de este Gobierno, y consiste en darle al campesinado el lugar que merece como actor protagónico en un país tan diverso como Colombia. En medio de esa diversidad, no solo debemos reconocerla, sino respetarla y, ante todo, celebrarla. Esta apuesta también implica construir desde la diferencia y entender que, desde el orgullo de ser campesinos, se educa a niñas y niños, porque el campesinado del país, y en especial el del Cauca, guarda saberes, experiencias y memoria que también enseñan». Así lo afirmó Julie Pauline Trujillo Vanegas, directora de Primera Infancia del Bienestar Familiar.