Bienestar Familiar atiende a niñas, niños y adolescentes indígenas que retornaron desde Bogotá a sus territorios
Bogotá, D. C.
Martes 10 de Septiembre de 2024 - 12:34 PM

Durante dos días, las Unidades Móviles de Protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y los equipos del Sistema Nacional de Bienestar Familiar (SNBF) brindan atención y acompañamiento a 258 niños, entre los 6 meses y los 10 años, que hacen parte de 158 núcleos familiares Emberá Katío y Chamí, que retornaron a sus territorios, luego de permanecer asentados en el Parque Nacional de Bogotá.
“Tenemos garantizadas las rutas de atención para asegurar que los niños, niñas y adolescentes que retornan a sus territorios reciban una atención integral con enfoque diferencial y adecuada a su contexto”, afirmó Julián Moreno Parra, director del SNBF.
De igual forma, dijo el funcionario, se ha distribuido Bienestarina para garantizar el apoyo nutricional y la seguridad alimentaria de las niñas, niños y mujeres gestantes.
A esto se le suma que Bienestar Familiar ha establecido cuatro acciones de apoyo para las familias: atención integral a la primera infancia; acompañamiento psicosocial por parte de las Unidades Móviles; implementación de la modalidad Tejiendo Interculturalidad, que fomenta la preservación y promoción de las tradiciones culturales, y atención y prevención de la desnutrición mediante la entrega de Bienestarina como parte de la estrategia de seguridad alimentaria.
“Este retorno no solo busca garantizar el bienestar y la seguridad de las familias Emberá Katío y Chamí, sino también proteger sus derechos fundamentales, especialmente los de los niños, niñas y adolescentes, asegurando una reintegración digna y respetuosa en sus territorios”, sostuvo finalmente Julián Moreno.
Con la llegada de la comunidad emberá chamí y katío a Pueblo Rico, Risaralda, cerca de 60 familias serán acogidas en el resguardo Gitó Dokabú Katío, en Risaralda, mientras que aproximadamente 217 familias continuarán su viaje hacia el resguardo Alto Andágueda en Bagadó, Chocó.
Estas comunidades que habían estado asentadas en el Parque Nacional Enrique Olaya Herrera desde el 16 de marzo regresaron a sus territorios gracias a los acuerdos previos con los líderes indígenas, garantizando el respeto de los derechos de las familias, especialmente de los niños y niñas, así como la participación del Ministerio del Interior, la Unidad para las Víctimas, el ICBF y las alcaldías de Bogotá y Pueblo Rico.
(Fin/lpr/pu)
De igual forma, dijo el funcionario, se ha distribuido Bienestarina para garantizar el apoyo nutricional y la seguridad alimentaria de las niñas, niños y mujeres gestantes.
A esto se le suma que Bienestar Familiar ha establecido cuatro acciones de apoyo para las familias: atención integral a la primera infancia; acompañamiento psicosocial por parte de las Unidades Móviles; implementación de la modalidad Tejiendo Interculturalidad, que fomenta la preservación y promoción de las tradiciones culturales, y atención y prevención de la desnutrición mediante la entrega de Bienestarina como parte de la estrategia de seguridad alimentaria.
“Este retorno no solo busca garantizar el bienestar y la seguridad de las familias Emberá Katío y Chamí, sino también proteger sus derechos fundamentales, especialmente los de los niños, niñas y adolescentes, asegurando una reintegración digna y respetuosa en sus territorios”, sostuvo finalmente Julián Moreno.
Con la llegada de la comunidad emberá chamí y katío a Pueblo Rico, Risaralda, cerca de 60 familias serán acogidas en el resguardo Gitó Dokabú Katío, en Risaralda, mientras que aproximadamente 217 familias continuarán su viaje hacia el resguardo Alto Andágueda en Bagadó, Chocó.
Estas comunidades que habían estado asentadas en el Parque Nacional Enrique Olaya Herrera desde el 16 de marzo regresaron a sus territorios gracias a los acuerdos previos con los líderes indígenas, garantizando el respeto de los derechos de las familias, especialmente de los niños y niñas, así como la participación del Ministerio del Interior, la Unidad para las Víctimas, el ICBF y las alcaldías de Bogotá y Pueblo Rico.
(Fin/lpr/pu)