Bienestar Familiar avanza hacia la soberanía alimentaria con campesinado y nutrición real
- Más de 135 asociaciones campesinas abastecen con alimentos frescos los servicios del Bienestar Familiar en 25 departamentos del país.
- Se lanzó la nueva Bienestarina Líquida® de Mi Tierra con pulpa de mango, elaborada con ingredientes 100 % colombianos.
- Se presentó oficialmente la Guía Alimentaria basada en biodiversidad y alimentación real, construida con saberes y sabores del territorio.
En el Coliseo Municipal de Ciénaga de Oro, lideramos el Encuentro por la Soberanía Alimentaria: Territorios que dan vida, una jornada histórica en la que participaron más de 138 organizaciones campesinas del país, reafirmando que la política alimentaria se construye desde los territorios, con enfoque de derechos, pertinencia cultural y participación comunitaria.
Durante el evento se presentaron tres avances estructurales que transforman el modelo de nutrición infantil en Colombia.
El primero fue la consolidación de las Compras Públicas Locales, mediante las cuales implementamos la Ley 2046 de 2020. Actualmente, 135 asociaciones campesinas operan 143 contratos en 189 municipios, con una inversión cercana a los 200 mil millones de pesos y la entrega mensual de más de 4.500 toneladas de alimentos frescos. Esta estrategia pone al campesinado como eje central del abastecimiento estatal para la niñez.
«Estas alianzas permiten fortalecer la capacidad técnica del campesinado y dignifican su labor como actores centrales del sistema alimentario. Hoy, la niñez colombiana se alimenta de la tierra que siembra su gente», se destacó en el evento.
El segundo gran anuncio fue el lanzamiento de la Bienestarina Líquida® de Mi Tierra, sabor a mango, un alimento de alto valor nutricional hecho con ingredientes 100 % nacionales. Por primera vez, este producto se desarrollará sin insumos importados, lo que representa un hito hacia la soberanía alimentaria. Su producción iniciará en Ciénaga de Oro, donde se construirá la primera planta del país dedicada a este fin.
«La Bienestarina es nuestra: hecha con productos cultivados por campesinos colombianos, producida en los territorios y pensada para nuestra niñez”, expresó Astrid Cáceres, directora general.
El tercer anuncio correspondió a la entrega oficial de la nueva Guía Alimentaria Nacional, construida colectivamente con comunidades indígenas, afrodescendientes, campesinas y rurales de 13 regiones del país, con más de 1.300 participaciones. Esta herramienta será entregada al Programa de Alimentación Escolar (PAE) y al Ministerio de Salud para transformar los hábitos alimentarios nacionales, priorizando alimentos frescos, reales y culturalmente significativos.
«Esta Guía fue construida con los sabores y saberes del pueblo colombiano. Es una hoja de ruta hacia la soberanía alimentaria, donde cada receta protege la vida, la diversidad y los derechos», añadió Cáceres.
Con estas acciones, el Bienestar Familiar avanza en el cumplimiento del Plan Nacional de Desarrollo «Colombia Potencia Mundial de la Vida», liderando una transformación alimentaria más humana, justa y sostenible, donde el campo colombiano es protagonista.
«El primer acto de soberanía alimentaria es la leche humana. El segundo, es que nuestros niños y niñas coman lo que cultivamos. Con esta planta de Bienestarina Líquida hecha con mango colombiano, estamos demostrando que el alimento real, campesino y digno, puede –y debe– ser el eje de nuestra política pública”, aseguró la directora general.
También compartimos testimonios desde las voces del territorio. Delia Mercado, lideresa campesina de Ciénaga de Oro, expresó:
«Nos hemos reunido aquí todas las manos, todas las organizaciones campesinas, todas las entidades. Estamos aquí para mostrarle al país que sí es posible construir, desde el territorio, un nuevo modelo de soberanía alimentaria».
Por su parte, Andrés Rodríguez Peña, representante de la asociación MangoViPaZ de El Espinal, Tolima:
«Bienestar Familiar nos ha dado la oportunidad. Gracias por querer que nos quedemos en el campo. Somos los y las campesinas, constructores del cambio. Este gobierno nos ha permitido ocupar espacios que nunca antes habíamos ocupado».
Este no es solo un avance en política nutricional. Es una apuesta estructural del Estado por dignificar al campesinado, redistribuir oportunidades desde los territorios y poner en el centro a quienes históricamente han alimentado al país.
Desde Bienestar Familiar consolidamos así un modelo donde la soberanía alimentaria deja de ser una promesa y se convierte en política pública con raíces, identidad y justicia social.






















