Niñez y adolescencia del Meta elevan su voz en defensa del medio ambiente
Puerto López
Martes 1 de Octubre de 2024 - 06:35 PM

En un emotivo encuentro en Puerto López, Meta, los niños, niñas y adolescentes se dieron cita en la Casa Atrapasueños del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), para elevar su voz en defensa del medio ambiente y la naturaleza.
La jornada realizada en el marco de la estrategia Bienestar Familiar rumbo a la COP16, no solo sirvió como plataforma para la concientización ambiental, sino que también resaltó el papel crucial de las nuevas generaciones como guardianes del territorio llanero.
La actividad inició con un gesto simbólico pero poderoso: la entrega de plantas a todos los asistentes, acto significativo que subrayó el compromiso de la niñez y adolescencia con la preservación de la biodiversidad y la importancia de acciones concretas en la lucha contra el cambio climático.
A través de la literatura, los participantes se embarcaron en Un viaje sin fin, una narrativa que les permitió explorar las aventuras del chigüiro y, al mismo tiempo, comprender los impactos de la contaminación del medio ambiente, fomentando la imaginación de los participantes por medio del dibujo que además les brindó una perspectiva tangible sobre los desafíos ecológicos que enfrenta su región.
Su segunda actividad fue Pétalos de paz y naturaleza: una flor para la niñez y la adolescencia, mediante la cual crearon artesanalmente la Flor de Inírida, un símbolo de la biodiversidad. En cada pétalo, inscribieron mensajes de cuidado hacia la naturaleza, fusionando así la creatividad con un profundo sentido de responsabilidad ambiental. Este ejercicio les permitió conectar emocionalmente con la riqueza natural de su territorio, reflexionar sobre la importancia de preservar los ecosistemas locales y su derecho a crecer en un ambiente sano.
(Fin/bsb/pup)
La actividad inició con un gesto simbólico pero poderoso: la entrega de plantas a todos los asistentes, acto significativo que subrayó el compromiso de la niñez y adolescencia con la preservación de la biodiversidad y la importancia de acciones concretas en la lucha contra el cambio climático.
A través de la literatura, los participantes se embarcaron en Un viaje sin fin, una narrativa que les permitió explorar las aventuras del chigüiro y, al mismo tiempo, comprender los impactos de la contaminación del medio ambiente, fomentando la imaginación de los participantes por medio del dibujo que además les brindó una perspectiva tangible sobre los desafíos ecológicos que enfrenta su región.
Su segunda actividad fue Pétalos de paz y naturaleza: una flor para la niñez y la adolescencia, mediante la cual crearon artesanalmente la Flor de Inírida, un símbolo de la biodiversidad. En cada pétalo, inscribieron mensajes de cuidado hacia la naturaleza, fusionando así la creatividad con un profundo sentido de responsabilidad ambiental. Este ejercicio les permitió conectar emocionalmente con la riqueza natural de su territorio, reflexionar sobre la importancia de preservar los ecosistemas locales y su derecho a crecer en un ambiente sano.
(Fin/bsb/pup)