Madres comunitarias del Magdalena hacen historia: acceden por primera vez a la universidad gracias a un programa pionero en Colombia
Magdalena
Santa Marta
- Aproximadamente 360 madres comunitarias del Magdalena acceden por primera vez a la universidad, gracias a un programa gratuito de profesionalización en atención a la primera infancia.
- · La Universidad del Magdalena lidera a nivel nacional, siendo pionera al contar con un centro de cuidado infantil para estudiantes madres y al encabezar este modelo de educación con enfoque comunitario.
- · Gobierno Nacional, Bienestar Familiar, Ministerio de Educación y UniMagdalena unen fuerzas para reconocer el cuidado como un derecho, un trabajo y un saber transformador desde los territorios.
En un paso histórico hacia la transformación del sistema de cuidado comunitario en Colombia, 360 madres comunitarias del Magdalena comenzaron estudios universitarios gratuitos como parte del Programa de Reconocimiento de Saberes y Profesionalización en Tecnología en Atención Integral a la Primera Infancia. La iniciativa es liderada por el Gobierno Nacional, a través del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, el Ministerio de Educación Nacional y la Universidad del Magdalena.
Este programa reconoce y potencia los saberes construidos en los territorios por mujeres que, durante décadas, han garantizado los derechos de niñas y niños desde sus comunidades. Hoy, su experiencia se articula con la formación universitaria, en una apuesta por dignificar su rol como educadoras y cuidadoras fundamentales para la primera infancia.
La Universidad del Magdalena se ha posicionado como líder nacional en esta transformación. Es una de las primeras instituciones públicas en contar con un centro de cuidado infantil para estudiantes madres y ha demostrado, con hechos, su compromiso con las mujeres, la niñez y la equidad:
«La Universidad del Magdalena ha llevado la delantera en este trabajo con el Estado. Tiene su propio centro de cuidado infantil para estudiantes madres solteras y demuestra que nuestras universidades públicas pueden ser las mejores del mundo», afirmó Astrid Eliana Cáceres, directora general del Bienestar Familiar.
Durante el evento de lanzamiento en Santa Marta, estuvieron presentes el rector de la Universidad, Pablo Vera Salazar; el viceministro de Educación Superior, Ricardo Moreno Patiño; y la directora general del Bienestar Familiar, quienes destacaron el impacto nacional del programa.
Tres pilares para transformar el cuidado comunitario en Colombia
Esta política pública se construye sobre tres ejes estratégicos:
- 1. Reconocimiento y profesionalización del cuidado, con acceso a educación superior pública y gratuita.
- 2. Mejoramiento de condiciones laborales, con la vinculación oficial de más de 2.300 madres comunitarias como trabajadoras del Estado.
- 3. Dignificación de espacios de atención, con subsidios de vivienda, dotación pedagógica, bibliotecas y alianzas público-privadas.
Además, se prevé la entrega de bibliotecas, gracias a alianzas con empresas como ARA, y la mejora de espacios habitacionales para ambientes pedagógicos adecuados, en coordinación con el Ministerio de Vivienda.
«Este trabajo se gana paso a paso, territorio a territorio. Pero estamos dejando instaladas condiciones reales para que el cuidado sea reconocido, remunerado y profesionalizado», aseguró Cáceres. El Gobierno proyecta cerrar el año 2025 con 2.353 madres comunitarias vinculadas laboralmente, en una primera fase que se ampliará gradualmente hasta 2029.
Voces que construyen país
Para las madres comunitarias, este programa representa una conquista de años de esfuerzo y resistencia. Elia Macías, madre comunitaria de Santa Marta con más de 20 años de experiencia, compartió: «Estudiar en la universidad era un sueño inalcanzable. Hoy es una realidad. Esto significa puertas abiertas y reconocimiento a nuestra labor. Gracias al Ministerio de Educación, al presidente Petro, al Bienestar Familiar y a todos los que hicieron esto posible».
En palabras de la directora general, «estas madres comunitarias ahora son universitarias. Es un sueño que tenían y que este gobierno hace posible con educación superior gratuita. Porque la universidad debe ser para todos».
El valor del cuidado comunitario va más allá del servicio: es un sistema social que cohesiona barrios, veredas y familias. Su fortalecimiento garantiza derechos y construye tejido social. «Las madres comunitarias logran que los padres y madres se vinculen activamente. Entre más fuerte sea el sistema de cuidado comunitario, más garantías hay para los derechos de la niñez», señaló Cáceres.
Este esfuerzo busca que los saberes adquiridos en las aulas beneficien no solo a quienes estudian, sino también a otras compañeras que aún no han accedido a la universidad. A futuro, el Gobierno Nacional proyecta profundizar las alianzas con universidades públicas y expandir el modelo a más departamentos.
«La velocidad que pusimos en este gobierno nos permitirá dejar bases sólidas. Nuestra meta es hacer que lo público realmente sea para la gente», concluyó Astrid Cáceres.
Con esta política pública, Colombia avanza hacia el reconocimiento real del cuidado como un derecho, un trabajo y un saber que transforma vidas. Desde los territorios, las madres comunitarias inician un camino que nunca debió estar negado: el de la educación, el respeto y la dignidad.
Cuando el cuidado se profesionaliza, también se dignifica.
Cuando el Estado, el sector privado, publico y la comunidad se articulan, llegamos juntos y a tiempo. Y cuando transformamos la vida de quienes cuidan, garantizamos los derechos de quienes crecen.
Cuando el Estado, el sector privado, publico y la comunidad se articulan, llegamos juntos y a tiempo. Y cuando transformamos la vida de quienes cuidan, garantizamos los derechos de quienes crecen.
¡Con dignidad cumplimos!
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar - ICBF Comunicaciones






















