ABC ALIANZA NACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA HACIA NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESENTES
La Alianza Nacional contra la Violencia hacia Niñas, Niños y Adolescentes es la respuesta inminente de la sociedad colombiana ante la crítica situación de violencia hacia la niñez y adolescencia. A través de una red de trabajo conjunto y articulado, busca combatirla a partir de una única estrategia de prevención y atención oportuna, integral y de calidad y de una movilización social, en la que todos los actores y sectores de la sociedad puedan participar y aportar desde su cotidianidad.
Esta red de trabajo conjunto trabajará de manera integral e interinstitucional, desde un enfoque territorial, para lograr prioritariamente:
- Prevenir todas las formas de violencia contras los Niños, niñas y adolescentes
- Aumentar las capacidades institucionales para garantizar el acceso a servicios integrales, oportunos y de calidad y la restitución de los derechos de las víctimas.
- Crear los mecanismos normativos necesarios y promover su debida apropiación
- Articular los diferentes esfuerzos que ya existen para lograr mayores impactos
La Alianza Nacional convoca a las diferentes entidades públicas de orden nacional, regional y local, a empresas privadas, academia, medios de comunicación, organizaciones de la sociedad civil y la cooperación internacional. Buscamos tener a toda Colombia unida a través de una única estrategia que le dice No más a la violencia contra las niñas, niños y adolescentes del país.
El gobierno del Presidente Duque ha definido como prioridad combatir todas las formas de violencia contra niñas, niños y adolescentes en el país, considerando que ninguna de estas es justificable ni aceptable en nuestra sociedad y que todas pueden ser prevenidas.
Para lograrlo, ha identificado que se requiere por un lado de un cambio cultural ya que, en muchos casos, la violencia contra la niñez y la adolescencia se ha convertido en una acción natural y aceptada en nuestra sociedad. Y por otro, de una mayor articulación, pues si bien diferentes sectores de la sociedad han avanzado en acciones importantes para combatir este flagelo, no necesariamente todos estos esfuerzos públicos, privados y sociales trabajan de manera articulada y coordinada.
Por esta razón, ha planteado la necesidad de identificar y transformar las normas y comportamientos sociales que hoy hacen prevalentes las diferentes formas de violencia y de avanzar para que, como sociedad, entendamos que ninguna forma de violencia está bien ni es normal, que es necesario denunciar cualquier sospecha de vulneración de derechos de los niños, niñas y adolescentes y que todos podemos y debemos aportar para brindar protección a nuestras nuevas generaciones de manera coordinada.
Si bien el Estado tiene una responsabilidad en garantizar la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, esta no es sólo una tarea del sector público ya que todos interactuamos e incidimos en el desarrollo de estos en los diferentes entornos como los son el institucional, educativo, familiar, virtual y comunitario y por esto, el Gobierno Nacional, convoca a toda la sociedad a ser parte de este cambio.
Colombia ha hecho grandes progresos en algunos de los factores de riesgo que intervienen de manera directa o indirecta en la manifestación de violencia sobre los niños y adolescentes: la disminución del embarazo adolescente (la proporción de bebés de madres entre 10 y 19 años cayó 3 puntos porcentuales entre 2010 y 2017), del trabajo infantil (pasó de 10,2% a 5,9% entre 2012 y 2018) y del número de homicidios (disminución en cerca del 35% entre 2010 y 2016).
Otras variables como la tasa de soledad DE LOS NIÑOS (12,3% en 2018), el porcentaje de niños y adolescentes por fuera del sistema escolar (14% en 2017) y la prevalencia de uso de drogas ilícitas tanto en adultos como en menores de edad (12,2% en adultos para el año 2013 y 16,7% en población escolar del año 2016 incluyendo alcohol), han aumentado en los últimos 4 años. Esto unido a otras variables de importancia como el porcentaje de hogares con menores de edad que experimentan hacinamiento, los índices de pobreza multidimensional, el aumento en las denuncias de violencia intrafamiliar y de pareja (pasando de 74 mil a 77 mil entre 2015 y 2018), han empujado el crecimiento de la violencia sexual y el maltrato experimentado por los niños y adolescentes.
Según cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal, el número de exámenes médico-legales por presunto delito sexual practicados en niños, niñas y adolescentes ha pasado de 19.641 a 22.788 entre 2011 y 2017. También lo han hecho los ingresos por motivos relacionados con violencia sexual al Proceso Administrativo de Restablecimiento de Derechos, para los cuales, el aumento ha sido de casi 10 mil procesos para el mismo período.
Colombia ha aumentado sus esfuerzos en la atención de niños, niñas y adolescentes víctimas de maltrato y abuso sexual y así mismo, la cultura ciudadana se ha volcado hacia una menor tolerancia de la agresión y una mayor conciencia de protección de la niñez y la adolescencia.
En Colombia, la composición de violencia sexual en menores de edad bordea el 80% para niñas y 20% para niños. De igual manera ocurre con la violencia intrafamiliar, en donde más del 80% es experimentado por niñas y mujeres adultas (pese a esto, es importante señalar que los ingresos a PARD por maltrato infantil se distribuyen de forma casi equitativa entre hombres y hombres). OJO EL 45% DE LOS AGRESORES SON FAMILIARES SEGÚN EL BOLETIN ESTADISTIO DE MAYO DE 2019 DEL INSTITUTO DE MEDICIINA LEGAL
Entre enero y mayo de 2019, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ha recibido a través de todos sus medios de atención un total de 86.269 reportes de amenazas o vulneraciones de derechos, de los cuales, 63.690 se tipifican como casos de maltrato y violencia sexual. Con relación al mismo periodo del año anterior, el número de ingresos a PARD por motivos relacionados con violencia sexual y maltrato ha disminuido en una tasa cercana al -22%, jalonada principalmente por la disminución en los ingresos por motivos relacionados con maltrato que está cerca del -40% mientras que los relacionados con violencia sexual presentan una disminución del -7.3%.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible incluyeron como una de sus metas prioritarias, a través de la meta 16.2, erradicar todas las formas de violencia hacia niñas, niños y adolescentes a nivel global antes de 2030. A partir de esta determinación, diferentes autoridades internacionales y reconocidos expertos, han trabajado en la identificación de los principales desafíos que enfrentan los países y de estrategias que, basadas en evidencia, le apuntan a lograr esta meta.
El Estudio Global sobre la Violencia contra los Niños, realizado en 2016 por un experto independiente para la oficina del Secretario General de Naciones Unidas sobre violencia contra la niñez, identificó los siguientes desafíos partiendo de la base que esta es una pandemia global y que ningún país está exento de ella:
- Insuficiente inversión en la prevención de violencia
- Estrategias nacionales fragmentadas o inexistentes
- Intervenciones de políticas no coordinadas
- Legislación no consolidada y mal aplicada
- Falta de enfoque de género
- Insuficiente atención a la situación de los niños, niñas y adolescentes particularmente vulnerables
- Inadecuada atención al impacto acumulativo de la violencia a lo largo de la vida de las personas e insuficiencia en inversión en el cuidado en la primera infancia
- Insuficiente inversión en mecanismos de atención y asesoramiento amigables con los niños y niñas
- Insuficientes servicios de recuperación y reintegración
- Escasos datos e investigaciones
A partir de estos, el entonces Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, convocó en 2016, a una Alianza Global (Global Partnership to end Violence against Children) que permitirá a través del abordaje de dichos desafíos cumplir la ambiciosa meta trazada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Hoy, 38 países hacen parte de este foro de expertos, de los cuales solo 7 son de América Latina. Colombia apunta a ser el siguiente miembro.
De igual manera, en el marco de la Alianza, un grupo de entidades lideradas por la Organización Mundial de la Salud-OMS y el Fondo de las Naciones Unidas por la Infancia-UNICEF produjeron el Modelo INSPIRE, un abordaje epidemiológico que desde siete estrategias busca poner fin a la violencia contra niñas, niños y adolescentes. Estas incluyen acciones buscan:
- El fortalecimiento de los marcos normativos
- La transformación de normas y valores que sustentan la ocurrencia de las violencias
- La garantía de seguridad en los entornos
- El fortalecimiento de capacidades de protección a personas cuidadoras
- Las estrategias para mejorar los ingresos de las familias y sus comunidades
- El mejoramiento de los servicios de atención y apoyo y la educación y aptitudes para la vida.
- La obtención de datos y evidencia
La visión de INSPIRE es tener un mundo donde todos los gobiernos, con la activa participación de la sociedad civil y las comunidades, apliquen y vigilen de forma habitual intervenciones dirigidas a prevenir y combatir la violencia contra todos los niños y los adolescentes, y que les ayuden a desarrollar todo su potencial.
Se busca construir de manera conjunta una única estrategia guiada por el modelo INSPIRE que le apunte a la prevención de todas las formas de violencia contra las niñas, niños y adolescentes del país. Una vez construida la estrategia, se espera esta sea la base para la elaboración de una política pública que articule las acciones de diversos actores y defina los roles de cada uno de estos para garantizar la prevención de la violencia contra niñas, niños y adolescentes y una atención integral basada en la superación del trauma.
La estrategia y CONPES construidos deberán apuntar al cumplimiento del objetivo 3 del Pacto por la Equidad: Primero las niñas y los niños del Plan Nacional de Desarrollo el cual establece como meta reducir en 43.6 puntos la tasa de violencias contra niñas, niños y adolescentes y a la meta establecida por los Objetivos de Desarrollo Sostenible a nivel global.
Bajo el liderazgo del ICBF y el acompañamiento decidido de la Primera Dama de la Nación, se establecieron los lineamientos generales para la construcción de la estrategia a partir de estándares internacionales que se aterrizaron al contexto nacional. A partir de estos, los diferentes miembros de la Alianza Nacional, a través de mesas de trabajo y articulación de esfuerzos existentes, desarrollarán en un plazo de 6 meses, una única estrategia de trabajo que incorpore el conocimiento y las capacidades de todos.
Basados en el modelo INSPIRE, los lineamientos generales propuestos por el ICBF para el desarrollo de la estrategia están son:
- Trabajar sobre evidencia y realizar intercambios de información entre diferentes entidades para anticiparse ante posibles casos de violencia
- Generar movilización social que apunte hacia la prevención a partir de la identificación de normas y comportamientos sociales que hacen prevalentes las diferentes formas de violencia contra la niñez y la adolescencia
- Fortalecer los entornos protectores: educativo, institucional, comunitario, familiar y virtual.
- Generar capacidades de autoprotección y empoderamiento de las niñas, niños y adolescentes
- Fortalecer la arquitectura institucional y el marco legal
- Brindar atención integral a las víctimas con especial énfasis en la medición rigurosa de superación del trauma.
Todas las formas de violencia contra niñas, niños y adolescentes deben ser erradicadas. La Alianza Nacional centrará sus esfuerzos en la erradicación de la violencia sexual, física y psicológica contra niñas, niños y adolescentes. Estas categorías contienen todas las formas de violencia no letales.
La estrategia que se deriva de la Alianza Nacional contra la Violencia hacia Niñas, Niños y Adolescentes es una estrategia construida con y para la niñez y adolescencia colombiana. A través del Consejo Asesor Consultivo Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes del ICBF, el cual cuenta con representación de todo el territorio nacional, se realizarán mesas de trabajo con los niños, niñas y adolescentes para que sus aportes, necesidades y expectativas sean tenidas en cuenta en el desarrollo de toda la estrategia. Así mismo, la voz de la niñez y la adolescencia será escuchada a través de las mesas de participación del Sistema Nacional de Bienestar Familiar y de las diferentes instancias de participación con las que cuentan las organizaciones de la sociedad civil que hacen parte de la Alianza Nacional.
El nivel territorial participará de la construcción y ejecución de la estrategia prioritariamente a través de las instancias con las que cuenta el Sistema Nacional de Bienestar Familiar tales como los Consejos de Política Social y las mesas de infancia y adolescencia y de participación. Así mismo, a través de la vinculación de gremios, universidades y organizaciones de la sociedad civil en el desarrollo de actividades particulares.
La Alianza Nacional contra la Violencia hacia Niñas, Niños y Adolescentes aportará a cumplir la meta trazada por el Gobierno Nacional en el Plan Nacional de Desarrollo de reducir de 303.8 a 260.2 la violencia intrafamiliar, interpersonal y sexual por cada 100.000 habitantes entre los 0 y 18 años (que es como se calcula esta tasa).
Esto se traduce en una reducción de los impactos negativos que la violencia genera en niños, niñas y adolescentes. De esta manera se espera al bajar dichas tasas, disminuir problemas de:
- Salud mental tales como estrés postraumático, suicidio, depresión y conductas antisociales.
- Lesiones tales como trauma de cráneo encefálico y lesiones internas
- Comportamientos de riesgo tales como accidentes cerebro vasculares y consumo problemático de sustancias psicoactivas.
Así mismo, sentará las bases para que, a mediano plazo, nuestra sociedad sea cero tolerante ante la violencia contra la niñez y adolescencia del país y cuente con las herramientas y capacidades necesarias para educar, proteger y formar a las nuevas generaciones sin necesidad de actitudes violentas.
La suma de estos dos grandes resultados se reflejará en una mayor eficiencia en las inversiones si se tiene en cuenta que hoy, el impacto de las inversiones en el desarrollo integral de la niñez y adolescencia se ven minimizadas ante la ocurrencia de actos violentos contra las niñas, niños y adolescentes.
Si bien la estrategia se encuentra en construcción, ya hay acciones identificadas por parte del ICBF, Ministerios y Agencias del Gobierno Nacional y del Estado. Se destacan las siguientes por componente: (3 acciones por componente)
Componente | Acción | Entidades responsables |