El bebé sigue creciendo y ganando peso, y junto con una leve disminución en la producción del líquido amniótico, son las razones por las cuales tiene menos espacio para moverse y por ende sus movimientos se sienten menos fuertes. Adicionalmente, tiene períodos más largos de sueño. Es muy importante que la mamá continúe asistiendo al control prenatal para la evaluación de su peso, la presión arterial y el crecimiento del bebé. El médico instruirá a la madre respecto a las dudas acerca de su parto, incluyendo los métodos para control del dolor. Es normal sentir alguna contracción o una sensación similar a partir de esta semana, pero si son muy dolorosas o frecuentes es necesario consultar al médico.