El corazón y el sistema circulatorio del bebé están completos y todos sus demás órganos ya están definidos. En su cabeza ya se distinguen los ojos, la nariz y la boca; esta última ya se abre y se cierra para deglutir el líquido amniótico. Los dedos de manos y pies ya están separados. Sus órganos sexuales ya tienen definidas sus características, aunque no se pueden observar aún en la ecografía. Durante la semana 10 el bebé ya pesa entre 8 y 14 gramos y el latido de su corazón puede escucharse con un Doppler en la consulta con el médico. El cuerpo de la madre empieza a experimentar grandes cambios: sus senos se empiezan a agrandar y pueden presentar dolor, su vientre empieza a aumentar de tamaño, al igual que sus caderas. Entre la semana 10 y la semana 14 se recomienda realizar la primera ecografía en todas las gestantes, que busca confirmar el número de bebés, su adecuada ubicación y evaluar algunas características de su formación que permitan descartar algunos problemas genéticos.